Carolina Bluguermann es una ex investigadora del Conicet. Experta en células madre, junto a la ingeniera química Sofia Giampaoli fundó “Granja Celular”, una startup que proyecta comenzar a elaborar “carne” cultivada en la Argentina. Lo hará a partir de células madres, muchas de ellas obtenidas de algunos Grande Campeones bovinos, para restacar así lo mejor de la genética ganadera del país.
Días atrás, en un debate realizado en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), Bluguermann contó a cómo trabajan desde 2018, cuando surgió el proyecto. Ese mismo año, recibieron su primera financiación, lo que les permitió consolidar a Granja Celular como empresa a principios de este año.
El proceso productivo que proponen es muy distinto al de la ganadería tradicional. A partir de una microbiopsia animal, obtienen células madres, que luego proliferan y se diferencian afuera del animal para dar como resultado, carne. Ellas aseguran que “se obtiene el mismo producto pero a través de un proceso productivo diferente”.
“Es la primera startup de este estilo en Latinoamérica, a través de la cual desarrollamos tecnología para crear carne cultivada. Ya hemos biopsiado animales tanto de pedigree como no, para poder generar el primer banco de células madre para la producción de carne cultivada que represente la genética ganadera argentina, la cual es bien reconocida a nivel mundial para la producción de carne”, destacó Bluguermann.
Mirá el reportaje completo realizado a Carolina Bluguermann:
La investigadora reconoció que, “si bien esta tecnología surgió hace algunos años, todavía presenta limitaciones. Por eso nos pareció empezar por tratar de resolver algunas de esas dificultades, para hacer que esta tecnología y la industria avancen más rápidamente, para luego sí poder posicionarnos como representantes latinoamericanos en la producción de carne cultivada”.
La investigadora sostiene que este desarrollo puede ser un diferencial, no sólo por regionalidad sino por lo que implica “unir lo que ya sabemos por tradición de carne argentina, con las nuevas tecnologías que están viniendo y cómo aprovechar eso para exportarlo al mundo, para no desperdiciar todo ese camino recorrido en la producción de carne que tiene Argentina”.
Los mayores desafíos para Bluguermann están asociados a la industrialización del proceso. “La gran limitante es salir de la escala de laboratorio y hacer un producto que sea escalable, industrial y que pueda derivar en un producto masivo. Esto involucra producir no sólo en grandes cantidades, sino también con costos equiparables a los que hoy se comercializa la carne. Ahí está el mayor desafío”, explicó.
Cómo se escalará, con qué tipo de reactores y tipos celulares se hará, y la baja de los costos de cultivo, son algunas de las problemáticas de este prototipo. Pero la investigadora también consideró que “en paralelo es necesario recorrer un camino de educación. Hay que educar acerca de lo que se está haciendo. No es algo artificial, comida Frankenstein o algo tan futurista, que en definitiva hace que la gente se sienta alejada del producto, y entonces dude más acerca de su elección.
La emprendedora apuntó: ” Queremos que (este tipo de alimento) sea una opción. Nadie obliga a que los consumidores pasen de una tecnología a otra, sino que se trata de que haya nuevas opciones. Las nuevas generaciones y la gente más joven está prestando cada vez más atención al origen de los productos, y entonces, apoyarse en eso está bueno para entender que esta puede ser también una opción a futuro”.