Frente a tantas noticias poco favorables para el agro en materia de precios internacionales en baja de los granos con muchos costos en alza, apareció un posible “premio consuelo” en el orden climático.
A comienzos del presente mes de agosto el pronóstico elaborado por Climate Prediction Center e International Research Institute for Climate and Society (CPC/IRI) indicaba una probabilidad del 72% para la ocurrencia de una fase ENSO “La Niña” para el último trimestre de 2024.
La cuestión es que este lunes el CPC/IRI –organismo dependiente de Columbia Climate School– publicó el denominado pronóstico “objetivo”, el cual se elabora con el promedio ponderado de las proyecciones elaboradas por los principales centros climáticos mundiales, y el mismo plantea un escenario bastante diferente.
El promedio de modelos climáticos muestra que existe un 48% de probabilidad de ocurrencia de una fase ENSO “La Niña” en el trimestre comprendido entre los meses de octubre a diciembre de 2023, mientras que un 47% corresponde a un escenario “Neutro”.
Tal evento sucede por algunos modelos climáticos anticipan que el anunciado fenómeno de “La Niña” finalmente no logrará instalarse o, en caso de hacerlo, será un escenario al borde de las condiciones de una fase “Neutra”.
Eso implica, según el promedio de situaciones anticipadas por los modelos climáticos, que no puede descartarse que “La Niña” no logre finalmente instalarse. Eso indicaría, en caso de consolidarse ese pronóstico, que Argentina, Uruguay y el sur de Brasil podrían esperar un escenario de lluvias más razonable para el período de siembras de la campaña gruesa 2024/25.
El fenómeno Niño-Oscilación del Sur (ENSO por sus siglas en inglés), que comprende la variación de parámetros meteorológicos del Océano Pacífico ecuatorial, influye de manera determinante en los regímenes de precipitaciones de diferentes regiones del mundo.