El bajo régimen de precipitaciones de la Patagonia es una gran limitante para la región. Juan Manuel Sosa le encontró la vuelta a esto y logró potenciar y diversificar la productividad de su campo, en cercanías de Gral. Conesa, en el este rionegrino.
Junto con otros tres vecinos de la región, lograron hace tiempo la aprobación para hacer un canal que permite el riego por manto de sus campos. El suyo es el último de los cuatro, pero gracias a esta obra, este año planea regar 290 hectáreas.
“En un principio teníamos un rodeo de cría al que le sumamos vaquillonas de pedigree y luego toros, con los que pudimos mejorar la genética y así armar la cabaña que llamamos La Cantera”, dice orgulloso Sosa, que expuso animales en la reciente Expo Rural de Palermo.
Hoy cuenta con 120 vacas de pedigree y 450 del rodeo general del que obtienen un destete de 80/85% en los años buenos -que son pocos- y de 70% en los malos. La hacienda se desteta con 7 u 8 meses y 240 o 250 kilos. “Pero si el clima no ayuda, hacemos destetes anticipados de 180 o 200 kilos. Lamentablemente los últimos en la zona fueron terroríficos” indicó el productor.
Luego de mejorar la genética, y al contar con agua del canal que lo abastece desde el Río Negro, pudo obtener mejores pasturas: sembró avenas y alfalfas para avanzar con el proceso de recría, aunque ahora también con el engorde final previo a la faena.
“La construcción del canal llevó muchos años y fue una inversión totalmente privada que permite regar hasta 2.400 hectáreas. Esto arrancó en 2015/16 y desde entonces se hicieron diferentes desembolsos y las obras correspondientes, todo en el marco de la ley”, contó el ganadero.
Además de producir más y mejores pasturas, pudo desarrollar la agricultura. “Hay un cultivo que no podés dejar de hacer: el de cebolla”, y a eso se agregó la siembra de maíz y trigo, que según explica, todo funcionó mejor de lo que esperaba. “Estamos muy contentos y ya tenemos proyectados los maíces para silo, que era algo que antes no podíamos hacer”, comentó Sosa.
Con el silo y el grano de maíz va a terminar su propia producción: “La intención no es hacer un feedlot que tenga ganado encerrado de forma continua, sino generar el alimento para los terneros que recriamos”.
Sosa además se refirió a los cambios que implementó el Senasa en la barrera sanitaria, que permiten la venta de asado producido en la zona libre de aftosa con vacunación, es decir, al norte del Río Colorado.
“Se llevaron por delante una medida que tuvo 20 años de vigencia y de trabajo en lograr el status sanitario de la región. Además desde Senasa ya dijeron que no van a dar marcha atrás con el tema”, se lamentó.
Luego explicó que por esa decisión, se vio afectado el precio de la hacienda. “Los terneros que valían 5 mil pesos el kilo, ahora se negocian en 4 mil. Hubo una baja del 25%. Pero ese no es el mayor problema, porque son valores altos. Lo complicado es que estas decisiones nos traigan problemas comerciales con otros países, que serán difíciles de revertir”.