En la Bolsa de Cereales de Córdoba realizaron un estudio para medir el posible impacto de una eventual suba de los derechos de exportación en la rentabilidad de la soja 2019/20 en esa provincia, que suele ser la mayor productora de la oleaginosa.
“Se habla de un aumento al 35% de las retenciones en soja, del 20% en el trigo y del 15% en el maíz. Esperemos que esto no se de, pero hay una alta probabilidad de que ese sea el escenario. Si hacemos estos números en Córdoba, nos dan negativos en gran parte de la provincia”, dijo a Bichos de Campo Gonzalo Augusto, economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).
Más allá de las diferencias en los precios por el eventual alza de las retenciones, en los escenarios que trazaron en la BCCBA, Augusto alertó que “tenemos otra cuestión que son los rendimientos, los cuales son uno de los principales componentes del resultado económico. Para la campaña que viene, estimamos rendimientos dentro de los parámetros normales para la provincia, porque esperamos un año ‘Neutro’, contrario a los resultados de la campaña pasada donde los rendimientos fueron extraordinarios”.
Según Augusto, para calcular los márgenes agrícolas hay tres grandes variables de ajuste que sufrirán en caso de concretarse un aumento de retenciones agropecuarias: “Una potencial caída en el área de siembra en zonas marginales, lo que puede provocar que se deje de sembrar trigo. Por otro lado tenemos una menor aplicación de tecnología, cuando veníamos recuperándola, sobre todo el nivel de fertilización, y por otro otro lado la descapitalización del sector”, enumeró.
Escuchá el reportaje completo realizado a Gonzalo Augusto:
En cuanto a los rindes de la soja de segunda en Córdoba, Augusto declaró que “generalmente rinde bastante menos que una soja de primera. Hablamos de 25 a 27 quintales por hectárea contra 35 quintales por hectárea obtenidos en la campaña pasada, un resultado que se asemejó al de la soja de primera”.
Con respecto al trigo, el analista declaró que “por ahora tiene buenos precios. Pero si estimamos una retención del 20% para este cultivo, el escenario cambia y eso producirá un efecto muy negativo, principalmente cuando empecemos a ver las decisiones de siembra de la campaña venidera”, que se producen a partir de mayo o junio..
“Si vemos las perspectivas climáticas que indican año neutro, más un escenario internacional que no nos permite esperar grandes precios, nos permite deducir una situación compleja. Los productores que no adopten estrategias, por ejemplo, coberturas, tendrán graves problemas”, concluyó el economista.