El frigorífico Argentina Alimentos, ubicado en Gualeguay, Entre Ríos, decidió cambiar el eje de su actividad y volcar cada vez más esfuerzos a la faena ovina, mientras reduce progresivamente el volumen de bovinos. Esta noticia no debería pasar desapercibida por los productores de corderos, ya que una de las fallas de la cadena es la escasez de plantas dedicadas a esta especie que operen en la formalidad sanitaria, comercial y impositiva.
Maximiliano Bellesi, uno de los propietarios de la empresa familiar, explicó que el giro responde a diferentes cuestiones.
La menor oferta de vacunos, sus altos precios, la suba de costos energéticos, salariales y logísticos asociados a esta actividad se dispararon y el negocio dejó de ser atractivo para este tipo de plantas, mientras que el ovino aparece hoy como una alternativa más rentable y manejable.
Según detalló, la res vacuna demanda más espacio en las cámaras de frío y mayor consumo de energía para el enfriado.
Además, los subproductos de la faena vacuna prácticamente no tienen valor, lo que es un serio problema para los frigoríficos que dan el servicio a matarifes que aportan el ganado, dejándoles a ellos luego que negocien cueros y menudencias. En cambio, la faena ovina permite abaratar costos, optimizar el uso de cámaras y obtener un mejor valor por el cuero.
Según explicó el empresario, el kilo de cuero vacuno vale 170 pesos y pesa 30 kilos por lo que perciben 5.100 pesos por pieza. “En cambio por cuero de ovinos se paga hasta 8.000 pesos por los negros u overos. Además, el sebo vacuno sigue cayendo y la menudencia no tiene salida en verano y menos en el litoral”.
Actualmente la empresa faena unas 500 cabezas ovinas por semana y está proyectando escalar rápidamente a un ritmo de 1000 a 1250, equivalente a un contenedor semanal. En bovinos, en cambio, están en 350 a 400 cabezas semanales, pero la tendencia es claramente descendente por la falta de animales y sus altos precios.
Bellesi aclaró que no abandonarán el vacuno, pero sí dejarán de salir buscar usuarios porque “el mercado no da para eso”. También ratificó que “volcarán más tiempo a los ovinos”.
El frigorífico trabaja en jornadas separadas por especie: lunes, miércoles y viernes para bovinos; martes y jueves para ovinos. Cada cambio requiere una limpieza total y una inspección de Senasa antes de reiniciar la faena, cumpliendo con todos los protocolos.
Cabe destacar que recientemente la empresa Argentina Alimentos recibió la certificación halal, lo que abre nuevas oportunidades comerciales: “Somos la única planta certificada para ovinos en la zona y eso les abre un abanico muy grande a los productores de Corrientes, Entre Ríos y alrededores”, detalla el empresario.

Luego explicó: “Gracias a esa certificación, quedamos habilitados para exportar a Omán, Kuwait, Qatar y Bahréin, donde la carne ovina tiene alta demanda. La faena halal es todo exportación, el 90% va a Medio Oriente”, explicó.
La empresa trabaja exclusivamente con usuarios, que se llevan las carcasas de ovinos enteras y luego comercializan la carne. Aunque pueden hacer cuarteo, casi todos prefieren la pieza completa. La mayoría de los usuarios proviene de la provincia de Buenos Aires, mientras que los animales llegan sobre todo desde Corrientes y Entre Ríos, con algunos envíos estacionales desde la Patagonia.
Sobre el consumo de carne ovina en la Argentina, Bellesi señaló que es muy bajo y que debería seguir un camino similar al del cerdo: “Costó mucho meterlo en las carnicerías hasta que se metió, y hoy tiene más salida que la vacuna”. Consideró que la clave para impulsar el consumo interno está en transparentar la cadena y ofrecer cortes trozados, porque vender el animal entero desalienta al consumidor urbano promedio.
En términos de estructura, Argentina Alimentos emplea a 43 trabajadores y sigue ajustando su esquema productivo para aprovechar la oportunidad del ovino. Menores costos de frío, mayor capacidad de cámara y un mercado más dinámico hacen que esta especie gane cada vez más terreno en el negocio.
“Hoy es más negocio el servicio de ovinos que el de bovinos”, resumió Bellesi, aunque insistió en que el vacuno continuará, pero sin forzarlo en un contexto de costos y recuperos que ya no cierran.





