Seguro que los dirigentes nacionales del agro dirán que no ha sido así, porque ellos han sido cultivadores de enormes dosis de paciencia con el gobierno de Javier Milei, evitando al máximo cualquier conato de confrontación. Pero hubo en los últimos días una secuencia repetida: en cada una de las organizaciones de la Mesa de Enlace han sido primero las organizaciones de base las que se manifestaron reclamando por la continuidad de la rebaja de retenciones, que vence el 30 de junio y que el Poder Ejecutivo ya ha advertido no podrá prolongar, por los cual los descuentos a la soja volverán máximos históricos del 33%.
En el caso de CRA, las primeras manifestaciones fueron de sociedades rurales aisladas (como las del arco norte cordobés, las del sudeste bonaerense o la de San Justo, en el centro santafesino) y luego llegó el comunicado de la entidad nacional. El operativo clamor fue creciendo de menos a mayor.
En el caso de la Sociedad Rural Argentina (SRA), claramente la entidad más alineada con el gobierno libertario, la que rompió el silencio fue la dirigencia del Distrito 4, que corresponde a Córdoba, con un duro comunicado. Nicolás Pino presentará este jueves al mediodía una nueva edición de la Exposición Rural de Palermo y seguramente lo acosarán a preguntas que deberá contestar y lo obligarán a dejar claro suposición a favor de una continuidad de las retenciones rebajadas. En las oficinas de Palermo siempre dieron aire a esa posibilidad. Creyeron en que Luis Caputo la decidiría casi naturalmente luego de la salida del cepo.
En Coninagro en las últimas horas pasó algo parecido: hubo un pronunciamiento anticipado de la seccional de Córdoba y a las pocas horas siguió un comunicado de alcance nacional del cooperativismo agropecuario a pleno: “Entendemos que la finalización de la rebaja en los DEX (Derechos de Exportación) genera suma preocupación y desigualdad en todo el campo, teniendo presente que la medida fue tomada en el medio de procesos productivos y que muchos de ellos se encuentran inconclusos al 30 de junio próximo”, sostuvo la entidad que conduce Lucas Magnano.
Como sea, está claro que si el gobierno vuelve a subir las retenciones a los granos gruesos (porque en trigo y cebada ya decidió extender la rebaja hasta marzo de 2026), los primeros ofendidos serán los productores de a pie. Son ellos los que una vez más le han venido marcando a sus dirigentes nacionales la necesidad de subirse con claridad al “operativo clamor”, como hemos bautizado en Bichos de Campo esta ola de pronunciamientos a favor de que Milei y su ministro Caputo aflojen de una buena vez el cincho de la presión fiscal sobre quienes cosechan granos.
“Estamos frente a un contexto complejo para el productor donde viene recalculando su negocio, su inversión y costos. Entendemos que se han realizado importantes avances en la macroeconomía y la baja de inflación, pero también estamos seguros que el campo necesita políticas a largo plazo para producir más y mejor”, es la explicación que surge -repetida una y otra vez- en este caso del comunicado de Coninagro.
Como telón de fondo, a Milei lo condena en esta pulseada con los productores la promesa que hiciera en sus días de campaña electoral, cuando calificó a las retenciones como “un robo” y prometió eliminarlas (o al menos canjearlas por un bono) desde el primer día de su gestión.
Esas promesas y la necesidad de dar señales al sector que genera divisas incluso surge de sectores del agro en general alineados con el liberalismo económico que pregona el mismo gobierno. En las últimas horas se conoció un pronunciamiento de un nuevo grupo de productores autoconvocados llamado Usina de Patriotas, y que reproduce buena parte de aquellas posiciones del Milei candidato expuestas en 2023 en la sede de la Rural en Palermo.
Como para que nadie pueda hacerse el distraido.
Imperdible la nota de multimedios nova:”El prescindente, sin embargo, insiste en mantener el dogma que tanto rating le dio cuando era panelista en programas de chimento. No quiere resignar su “ancla fiscal” ni dar señales de debilidad frente a lo que considera su batalla cultural contra un Estado al que califica como “ladrón”, sin entender que actualmente, hoy él mismo es el máximo accionista.
Esa intransigencia amenaza con debilitar otra ancla vital de su estrategia: la estabilidad del dólar, sostenida en buena medida por las liquidaciones del agro que, de concretarse la suba de retenciones, se evaporarán hasta bien entrada la primavera. En criollo: lo tienen agarrado de los huevos.
La paradoja es visible: el Gobierno pretende sostener la estabilidad sacrificando el ingreso que garantiza esa misma estabilidad. Y mientras el campo se retira, la recaudación no despega y los números fiscales vuelven a encender alarmas. Lo que Milei presenta como un acto de coherencia ideológica, en los hechos podría ser otro ejemplo de las limitaciones prácticas de su gestión: una economía que, por insistir en su pureza, se queda sin combustible.” https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2025_6_26&id=154465&id_tiponota=6