Este martes hubo una nueva reunión entre exportadores de carne vacuna y los funcionarios del Ministerio de Agricultura, en la que se fue delineando con más claridad cómo va a funcionar el esquema exportador que definió el gobierno en el arranque del año y que dejó algunas zonas grises.
En las reuniones se introdujeron cambios a esas normativas que no quedarán explicitados en ninguna otra resolución y se confirmaron los ya establecidos.
¿Cómo quedaría el esquema exportador?
En primer lugar se ratificó la libertad comercial para la carne de la faena de vacas D y E (conserva y manufactura), de los toros y de los hueso productos de la despostada.
Esta medida puede beneficiar mucho a los criadores, porque en general el flujo de carne vacuna a China se alimentaba también con carne de vacas de mejor condición (categorías B y C) y hasta de novillos. Por lo tanto se achicaría la disponibilidad de categorías para atender a esa demanda, lo que podría afirmar en los próximos meses los valores de la vaca de refugo al tiempo que se limitaría el volumen a ese destino por menor disponibilidad de mercadería.
Pero el pato de la boda serían las vacas de mejor calidad que también iban a ese destino y que ahora quedan afuera.
Se confirmó también que no habrá restricciones para las cuotas arancelarias vigentes, como ya sucedía desde 2021: La Cuota Hilton, la 481, las 20 mil toneladas para Estados Unidos y un cupo menor para Colombia quedarán a salvo de cualquier tipo de restricción.
Entre las novedades acordadas entre funcionarios y empresarios de los frigoríficos se destaca en primer lugar que no habrá restricciones para la exportación de garrón y brazuelo, provengan estos dos cortes de cualquier categoría vacuna. Esta decisión también se tomó pensando en el mercado de China y compensa parcialmente la restricción de exportaciones a ese destino antes señalada.
Para todos los demás destinos que nos sean los antes comentados (China y las cuotas), se estableció un cupo mensual de 30.000 toneladas mensuales. Debería alcanzar para canalizar por allí los envíos de carne hacia Chile, Brasil, Israel (que no tendrá ningún cupo especial como el año pasado) y la Unión Europea por fuera de la Hilton, por ejemplo.
Ese cupo finalmente se administraría entre las empresas habilitadas para exportar, tomando como referencia la participación en la Resolución 5 del año pasado, compartida por Agricultura y Desarrollo Productivo, que fue la que definió un porcentaje para cada frigorífico.
Lo que no queda claro es cómo van a operar los exportadores sin planta, es decir matarifes y los grupos de productores. En principio y según la normativa publicada deberían tener acceso a un nuevo registro, y así tendrían libertad para exportar carne de vaca y toro. Pero claro, eso sucederá siempre y cuando ese nuevo registro se ponga en marcha y les autoricen el ingreso.
En el caso de los grupos de productores que venden carne Hilton y no Hilton, por ejemplo, deberán solicitar a las plantas la cesión de cupos. Eso está generando preocupación en ese sector, que quieren reunirse con las autoridades para defender sus posiciones porque al restringirse el nivel de ventas se achica más su posibilidad de acceder a los mercados.
Queda claro que el gobierno va a monitorear con lupa el negocio y que además de estas restricciones tiene en sus manos la palanca para ajustar los volúmenes de venta cuando lo considere necesario.
En síntesis, hubo mucho ruido y pocas nueces. El nuevo esquema ofrece pocos cambios respecto de lo que sucedió a partir de mayo del año pasado. Con este esquema es muy probable que la Argentina exporte 700/800 mil toneladas res con hueso.
Lo que queda claro además es la habilidad de los funcionarios que presentaron ante los medios y la sociedad las medidas como una mayor apertura comercial que no cambia en mucho lo que ya había.
Con eso, además, echaron más leña al fuego al interior de las cadenas productivas, que nunca funcionaron como tales y que llevaron a que CRA se retirara del Consejo Agroindustrial y de las Mesas de las Carne, Trigo y Maíz. Y también al interior de las mismas entidades donde la interna se recalentó en las últimas semanas.