La Argentina es el octavo país productor mundial de cítricos, pero ese sector productivo está amenazado por el HLB o Dragón Amarillo. Se trata de una mortífera enfermedad originaria deAsia, que comenzó a expandirse hace quince años hacia otras zonas citrícolas, y llegó al país hace un par de años.
Fernando Borgo, presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER), comentó en Bichos de Campo que “ya comenzaron a verse síntomas de la enfermedad en zonas productivas y traspatio (plantas que la gente tiene en el jardín) de Misiones, Formosa, Chaco y Santiago del Estero”.
Sobre las plantas caseras enfermas, Borgo explicó que “la enfermedad no involucra sólo al sector citrícola, sino que acá también se nota la mano del hombre en el traslado del HLB de una zona a la otra, en el tráfico de plantas. En Brasil el HLB apareció en 2004 y a partir de allí comenzó a extenderse. Pensemos que esta enfermedad no es fácil de detener y no tiene cura. Su avance puede ir más lento o más veloz. pero no se detiene una vez detectada”.
Escuchá el reportaje completo a Fernando Borgo:
Consultado sobre las acciones oficiales frente a esta crisis, el citricultor manifestó que “el Senasa no está realizando como debe el control del HLB en cítricos; hubo falencias a la hora de proteger las fronteras y en el momento de realizar monitoreos en las zonas en cuestión. Por eso la enfermedad se sigue disparando. Además, no hay suficientes puestos de control y no hay suficiente presupuesto asignado, cuando desde el 2013 hay una ley nacional vigente sobre prevención del HLB que debe respetarse. Consideremos que en la fruticultura argentina, el 40% corresponde a cítricos”.
Según explicó Borgo, el HLB “es un agente infeccioso que ataca a los árboles y hace que produzcan fruta amarga y con anomalías en su tamaño y forma, que obliga a la erradicación de las plantas infestadas, debido a su rápida difusión y por los daños que ocasiona en la producción. Esta enfermedad ya afectó el 30% de la producción citrícola mundial”, alertó.