Días después de las elecciones bonaerenses de septiembre, el sociólogo e historiador Juan Manuel Villulla brindó algunas definiciones que permitieron poner claro sobre oscuro respecto a esos resultados y entender finalmente a quién se orientó el famoso “voto del campo”. Mientras todos los periodistas políticos se sorprendían del triunfo de los candidatos del peronismo en partidos de raíz agropecuaria, este especialista los desmentía.
Villulla coordinó el estudio desde la Cátedra de Sociología Rural de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, en conjunto con Alina Alaniz y Lucía Rangan, que se encargaron del procesamiento de datos. El enfoque utilizado le permitió escapar a las lecturas simplistas y lineales de los analistas y explicar por qué era una falacia afirmar que los productores y trabajadores rurales habían dado la espalda al gobierno libertario y votado al peronismo.
En la antesala de la elección nacional, que se llevará a cabo este domingo 26 de octubre, el grupo de cientistas sociales prepara un nuevo estudio. Pero, ansiosos, Bichos de Campo consultó a Villulla cuál es el panorama que puede esperarse.
Cuando los primeros resultados de los comicios de septiembre arrojaron que en la cuarta sección electoral, integrada por 19 partidos de base agropecuaria y azotada por las inundaciones, Fuerza Patria se había impuesto por 10 puntos sobre La Libertad Avanza, enseguida se instaló la idea de que el campo votó a Kicillof. Y hasta hubo quienes se apresuraron a desdeñar el sector.
“Eso es incorrecto. Lo que hicimos, mediante el estudio, fue evitar caer en eslóganes fáciles y matizar esas lecturas”, explicó Juan Manuel. Lo lograron gracias a que pusieron la lupa en las pequeñas localidades y parajes, la “pata rural” de esos partidos bonaerenses, y analizaron allí los resultados de las urnas menos pobladas.
“Entre quienes residen en el campo, ganó Milei”, fue la definición que brindó el equipo de trabajo, tras observar que en pueblos de menos de 1400 votantes la mayoría de productores y trabajadores rurales habían puesto la boleta violeta. El tema es que esos votos no fueron suficientes para traccionar los candidatos mileístas, y quedaron invisibilizados bajo los números que arrojaron las localidades más importantes de esos partidos en su conjunto
-¿Qué puede esperarse en los próximos comicios?-, le preguntamos al sociólogo.
-Creemos que en las zonas rurales el voto no va a cambiar mucho y que va a predominar el apoyo a Milei, sobre todo en las urnas más pequeñas- explicó, aunque aclaró que esas son hipótesis previas que recién contrastarán con los datos que arroje la elección.
De todos modos, donde sí estiman que puede haber cambios es en el resultado general de esos partidos, pues esta vez ya no se trata de una elección local, con alianzas, parentescos y lealtades de ese tenor, sino nacional, donde los temas de debate son más generales y los candidatos están mucho más alejados del electorado.
“Hay que ver cómo juega esa distancia que va a tener esta elección respecto a estas redes locales”, afirmó Villulla, que no descarta que haya sorpresas respecto a septiembre.
Si algo mostraron las urnas bonaerenses semanas atrás es que apelar al “voto agropecuario”, una propuesta que llevaron adelante algunas fuerzas en particular, como Potencia o Nuevos Aires, no fue efectivo. “Jugarse todas las fichas al agro en términos electorales no reporta beneficios”, asegura el investigador, que considera que eso no quiere decir que no haya apoyo al campo en el interior productivo, sino que no es el elemento que determine la votación.
Eso está fundamentado en un criterio sociológico básico, que es que el ciudadano no vota necesariamente de acuerdo a su posición en la producción ni a sus condiciones materiales. “Si no, la política ya estaría dada de antemano”, observa Villulla, que asegura que hay todo un universo de definiciones, opiniones y percepciones que opera en la elección de una fuerza política. Antes que peón o trabajador rural, ese votante es argentino al igual que el resto.
Por eso en el interior bonaerense, donde el campo es un sector clave, ganó un espacio que, a priori, no lo tiene entre sus principales interlocutores.
En ese sentido, el sociólogo considera que “tratar de ver a quién votó al campo como si fuera un solo actor, con un solo interés y una sola idea política, es una mala pregunta de entrada”, y se anima a afirmar que este conjunto “no es necesariamente antiperonista por definición”.
Lo que sucede es que, fruto de los cambios que ha atravesado -en materia de tecnificación y reconversión productiva- las últimas décadas, es un sector cada vez más despoblado y, por ende, menos representativo en términos electorales.
Eso contrasta con la alta representatividad que suele tener en la agenda pública y la importancia tanto económica como cultural que detenta. Que haya cada vez menos pequeños productores y menos trabajadores rurales -la mitad que en 1990, estima Villulla- no significa que el agro deje de ser un pilar clave de nuestra sociedad, pero sí que no define elecciones.
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“El sector votó a Milei, pero aunque todo el campo hubiera votado al peronismo, son tan poquitos que no hubieran movido la aguja”, explicó Juan Manuel.
Además, de los datos analizados también surge que, si bien sus fórmulas se impusieron en prácticamente todas las secciones electorales, Kicillof no fue un ganador absoluto de los comicios, sino que se impuso como primera minoría por la atomización electoral
En efecto, si bien se esperaban cambios sustanciales fruto de la crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo la provincia en realidad no tiñó de celeste el violeta de 2023. “Sin sacar tantos más votos que en ese entonces, el peronismo ganó. Pero no porque más gente lo eligió, sino porque los que no votaron al peronismo se repartieron en tres opciones”, explicó Villulla.
Lo que queda claro, de cara a los próximos comicios es que, si bien es un sujeto difícil de definir en términos homogéneos, que además está cruzado por muchas otras motivaciones económicas, políticas y sociales, el campo como votante no definirá ni el triunfo ni la derrota del oficialismo o la oposición.
A priori, en las entrevistas cualitativas que han llevado a cabo los últimos días, el equipo de trabajo de la UNLP sí observa que subsiste en ese sector un “cierto grado de despolitización y desencanto”. En línea con los pronósticos que tienen para octubre, creen que ese sentimiento podría conectar con la propuesta libertaria, la misma que apoyaron en las últimas elecciones.
Tienen para imprimir boletas 15millones usd sin efecto en el plan económico pero no para pagarle a los médicos. YO NO VOTÉ ESTO ME DAN VERGÜENZA, VOTO NULO ESTE DOMINGO