El “mercado climático” argentino, junto con el impacto del “achaparramiento del maíz”, representan uno de los mayores desafíos al momento de estimar la oferta probable de cereal que podría generarla Argentina en 2024/25.
Las lluvias de “Santa Rosa” se focalizaron en el sector este de la zona pampeana para aportar casi nada hacia el oeste que, lamentablemente, es la zona del país más necesitada de agua.
Cuando faltan semanas para el inicio de la siembra de maíz temprano, un importante sector cerealero del país sigue sin reservas de humedad suficientes para poder encarar la campaña de maíz 2024/25.
El pronóstico de largo plazo del Servicio Meteorológico Nacional proyecta que en el próximo trimestre existe probabilidad de ocurrencia de precipitaciones inferiores a las normales en Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
Se prevé que, en la actual coyuntura, las regiones del este y sur de la zona pampeana argentina aprovecharán la mejor situación hídrica y el menor riesgo de sufrir “achaparramiento” para crecer en área maicera. Pero ese aumento no compensará –ni por lejos– lo que deje de producirse en el oeste y norte del país.
Las ventas de maíz al 21 de agosto pasado –último dato oficial disponible– eran de apenas 736.400 toneladas, de las cuales la mayor parte (612.900 toneladas) no tenían precio hecho. En la misma fecha del año pasado se habían vendido ya 2,30 millones de toneladas, mientras que dos años atrás –con un seca histórica en camino– las ventas anticipadas de la nueva cosecha de maíz eran de 4,11 millones de toneladas.
El interés abierto de los contratos de Maíz Rosario del Matba Rofex correspondientes al nuevo ciclo (Abril y Julio 2025) suma 715.000 toneladas, mientras que en la misma fecha del año pasado las coberturas por las posiciones equivalentes eran de 602.000 toneladas.
¿Qué dice la inteligencia artificial sobre la comercialización de maíz 2024/25?