Hace algunos días Bichos de Campo se refirió al conflicto que en este momento tiene en vilo a los apicultores nacionales: Estados Unidos investiga a las empresas exportadoras de miel de Argentina ante posibles maniobras de dúmping o competencia desleal. Siendo uno de los principales destinos comerciales de ese producto, hay gran incertidumbre entre los apicultores frente a posibles sanciones económicas que impacten en el negocio.
Pero para entender las verdaderas implicancias de esta situación, este medio consultó a Fernando Luis Esteban, especialista en el sector apícola nacional e internacional y director del medio cordobés Espacio Apícola.
-¿Cómo se inició esta situación?
-Hacia fines del año pasado, los compradores de miel de Estados Unidos le avisaron a las empresas exportadoras argentinas que por lo menos dos asociaciones, la American Honey Producers Association y la Sioux Honey Association, presentaron una solicitud en la que anunciaban que iba a haber una petición por dúmping contra la miel de Argentina, Brasil, India, Vietnam y Ucrania. Esta petición se demoró, al principio no se sabía si la iban a hacer, pero finalmente en marzo se supo que estábamos incluidos.
-¿Es la primera vez que recibimos una denuncia de este estilo?
-No. En el 2000 las dos mismas asociaciones realizaron una denuncia por dúmping contra miel de Argentina y de China. En ese caso se pidió investigar a Conagra –una empresa estadounidense con filial en Argentina en ese momento-, a la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y la pequeña empresa Radix. Había además otra denuncia por derechos compensatorios, que en el comercio internacional se entienden como subsidios del Estado a las producciones. Una cosa es el dúmping, que es una acusación a los particulares de que están vendiendo la miel por debajo del costo de producción o del precio justo, y otra cosa la presunción de que vos estás vendiendo más barato porque tenés además un subsidio del Estado a tu producción.
-¿Cuál fue el resultado de esa primera denuncia en el año 2000?
-Conagra no aceptó participar de la investigación, y al no colaborar con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, este le puso un arancel más alto, además de un punitorio. Fue del 60.67%, cifra que lo sacó del mercado definitivamente. ACA recibió un 38.71% y Radix un 32,56%.
-¿Qué significan esos porcentajes?
-La solicitud que presentan los americanos es para que la miel que las empresas exportadoras le venden a Estados Unidos, a precios supuestamente bajos, al ingresar deba pagarle al Estado un porcentaje punitorio sobre el precio de la mercadería. Es decir, si por ejemplo pusiste mil dólares en un puerto norteamericano y tenés un gravamen del 60%, hay que pagar 600 dólares por cada mil que exportás. Tu cliente, que te compraba por mil dólares, va a tener que desembolsar 1600 por ese arancel, que funciona como impuesto aduanero.
-¿Y esos gravámenes como adquieren su carácter de punitorios? ¿Provocan que la demanda se ralentice?
–Sí, funciona como punitorio comercial e indudablemente ralentizan la demanda. Lo que provoca es que el precio baje para el productor del país proveedor. Si el mercado de la miel está rondando por ejemplo los 1200 dólares, y hay además un arancel del 60%, el proveedor va a intentar conseguir la miel a 800 dólares –es decir un precio más bajo- para estar alrededor de los 1200 o 1300 dólares la tonelada con el arancel puesto. En definitiva el eje de la demanda, tanto en el año 2000 como en la actualizad, es que al importarse miel barata de otros destinos ellos pierden competitividad y tienen que empezar a vender más barato.
-La colocación de punitorios implica entonces que encontraron evidencia de dúmping.
-Implica que encontraron justificativos, las evidencias son muy complejas. Ellos lo consideran evidencia pero hay una realidad que es que las economías de los países son sinceramente muy diferentes. Lo que en términos absolutos o puritanos sería la expresión evidencia, en términos de ciencia es una cosa y en términos sociales es otra. Todo depende del punto de análisis.
-Entonces, ¿qué hace que ACA, por ejemplo, haya tenido que pagar más en su momento que Radix? ¿Y qué hace a su vez que ambas pagaran menos que Conagra?
-Es en función de la documentación que presentaron. En la investigación tenés que presentar tu análisis de costo y el análisis de costo de los proveedores internos, entre otras cosas. Ni ACA ni Radix eran productores, sino exportadores que le compraban miel a productores o a acopiadores. La inmensa mayoría de los productores primarios no tiene ningún documento para presentar su análisis de costos de producción. Tenés mucho productor anotado como monotributista. En cuanto tienen que responder cuál es su costo de producción, no tienen una sola factura o libro contable de donde sacar la información.
-¿Cómo se lleva adelante una investigación por dúmping?
-Primero hay una solicitud presentada por los demandantes. Esa es analizada por dos instituciones en Estados Unidos: el Departamento de Comercio, equivalente a lo que nosotros conocemos como el Departamento de Comercio Interior, y la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos (ITC), que es la comisión equivalente al rol que cumple nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto y Comercio Internacional. Primero el Departamento de Comercio analiza si la solicitud es razonable, si hay motivos suficientes para investigar y si se ha producido un daño a la industria nacional. Luego de eso, se expide la Comisión de Comercio Internacional.
A continuación Esteban agregó: “Si deciden iniciar la investigación, el Departamento de Comercio elige estudiar a un grupo de empresas determinado del país”.
-¿Quiénes son los actuales demandados?
-Es toda la industria argentina, todos los exportadores son demandados y la sanción es contra todos, no sólo contra los investigados. Esto siempre es así. Pero como el Departamento de Comercio no puede investigar a todas las empresas exportadoras, porque hay hasta cooperativas que exportan menos de diez contenedores de miel al año, elige a algunas para investigar. En esta nueva denuncia se eligió otra vez a ACA y a Industrial Haedo, sin embargo esta última renunció a la investigación.
-¿Uno está en su derecho de renunciar a que lo investiguen?
-Claro, pero te tenés que atener a las consecuencias. La investigación cuesta mucha plata. Hoy tenés que poner una oficina de abogados en Washington a trabajar para que te haga la defensa. Ese chiste te puede costar entre 300.000 y 500.000 dólares. Para entender lo que el Departamento de Comercio te pregunta y responder en los términos apropiados de la legislación norteamericana, tenés que ser un abogado norteamericano. La terminología que se maneja en los documentos está fundada en apartados y artículos de esa ley.
-¿Bajo qué criterio el Departamento de Comercio elige en esta oportunidad a ACA e Industrial Haedo?
-Son las que más volúmenes de miel han estado exportando a Estados Unidos en un período de investigación que ellos deciden, en este caso va desde abril de 2020 al 31 de marzo de 2021. Cuando Industrial Haedo notificó que no iba a responder porque no le daban los recursos, eligieron a Compañía Inversora Platense (CIPSA) que también se bajó por problemas económicos. Finalmente se aceptó a NEXCO, una empresa con un poco más de 20 años en el mercado de la miel, que se ofreció como voluntaria.
-Entonces ahora se está investigando a ACA y a Nexco.
-Correcto. Inició el 11 de mayo pasado. La investigación supone un cronograma, no podes vivir eternamente investigado. Se trabaja hasta llegar a una decisión preliminar del Departamento de Comercio. El período es de 140 días después de la decisión de iniciar la investigación, que se puede extender por 50 días más. Después hay una determinación final que vuelve a ser evaluada por la Comisión de Comercio Internacional.
-¿Cuándo estaría la determinación en este caso?
-La teníamos prevista para el 28 de septiembre pero se aplazó porque los peticionantes arguyeron varias cosas. Primero que las respuestas que estaban dando las empresas investigadas de los distintos países no eran suficientes, por lo que se enviarían nuevos cuestionarios para recabar más información. El segundo punto es que el Departamento de Comercio todavía no se había expedido sobre cuál sería la metodología para analizar los costos de producción.
-Cuando se tome una determinación, ¿el resto de las empresas no investigadas también deberán pagar?
-Sí. Las empresas investigadas presentan toda su documentación y responden a un cuestionario. Se analiza cada libro contable, sus ingresos y egresos. El Departamento de Comercio llega en algún momento a alguna determinación y dice cuánto deberán pagar esas dos empresas. Le darán una cifra a ACA y otra a Nexco. El promedio de esos punitorios es lo que se le cobrará luego a cualquier empresa argentina que quiera exportar a Estados Unidos.
-En tanto dure esta investigación, ¿qué está pasando con las empresas que exportan?
-Siguen exportando, se están cumpliendo los contratos. En principio, cuando salió la decisión de investigación, pidieron que les mandemos toda la miel pactada en los contratos antes de julio para que, cuando salga la determinación preliminar, en caso de alguna sanción retroactiva no haya problema. Pero con la extensión de los plazos los importadores pidieron que mandemos miel hasta mediados de octubre.
-¿En ningún momento se congelaron los precios?
-No porque no hay ningún argumento legal. Hoy estamos bajo investigación pero los precios se siguen moviendo. Aparte hay otros factores que inciden. Los precios locales se han mantenido bajos pero no es que haya una decisión de Estados Unidos de que eso sea así. Nosotros dejamos de aumentar los precios porque no sabemos cómo sigue esto.
-¿Puede pasar que sancionen a un país y no a otro?
-Sí, claro. Las presunciones son distintas para cada país. La petición de sanciones contra Argentina, inicialmente propuesta por los demandantes, iba de un 16% a un 22%, mientras que a Brasil le pedían un 114%. A India le pedían desde un 34% a un 99%, a Ucrania le pedían de un 10% a 94% y a Vietnam le pedían un poco más de 207%. En nuestro caso, la Comisión de Comercio Internacional determinó un presunto daño que va de un 9.75% a un 49.44%, por eso la incertidumbre es enorme. No es lo mismo estar cerca del 9% que del 50%. Y la incertidumbre es la que ralentiza el mercado.
-Si sale la sanción, ¿hasta cuándo se paga?
-Una vez que sale la determinación final de la Comisión de Comercio Internacional todos tienen que empezar a pagar, pero también comienzan las alegaciones. Las empresas tienen el derecho de presentar reclamos para ser exceptuados de esos aranceles o bien pagar menos. Allí se hace una investigación, se pide nueva información, y en general los gravámenes se reducen al poco tiempo. Así ocurrió en 2001, aunque no con Conagra que decidió no colaborar en la investigación. Las empresas que no presenten ningún tipo de defensa o reclamo tendrán que seguir pagando.
Y agregó: “Aún así el Departamento de Comercio hace una revisión cada tanto. En Estados Unidos las empresas del sector industrial necesitan seguir importando, y están interesadas en sacar esa restricción porque es la única forma de comprar miel a un precio más accesible. Ellos consumen más de 250.000 toneladas anuales de miel y los productores locales apenas producen 70.000 toneladas por año. Está muy debilitado el sector y necesitan comprar miel, sobre todo los industriales que la usan como insumo. Aún cuando el Departamento de Comercio decida a favor de los demandantes, hay empresas que pueden salir en defensa de su proveedor y eso seguro genere la reducción o eliminación de los aranceles”.
-En su opinión, ¿estamos frente a un peligro real?
-Todos tenemos que estar atentos. Ya estamos en una investigación que viene complicada, porque hay productores aquí que se negaron a responder –Industrial Haedo y CIPSA- y eso no cae bien. Después hay todo un problema inflacionario en Argentina que es otro de los factores que dificultan el análisis de costos, porque los estadounidenses no tienen esos procesos que tenemos nosotros y no entienden cómo uno compra la miel a un precio y luego la vende a otro.