Uruguay, una nación que no cuenta con yacimientos petroleros, tiene actualmente un precio del gasoil en surtidor inferior al presente en la Argentina, un país que sí se autoabastece de hidrocarburos.
Mientras que el gobierno uruguayo del presidente Luis Lacalle Pou optó por congelar el precio interno de lo combustibles a través de la compañía estatal Ancap, el gobierno de Alberto Fernández, por el contrario, decidió ajustar al alza el precio de los productos comercializados por la estatal YPF con el propósito de mejorar la delicada situación de la compañía petrolera.
En ese marco, en abril pasado, según indica un informe de la consultora uruguaya SEG Ingeniería publicado por El Observador, el valor del gasoil en la nación oriental se ubicó en promedio en 0,92 u$s/litro, mientras que en la Argentina fue de 0,93 u$s/litro.
Poco más de un mes atrás los ministros uruguayos de Economía, Azucena Arbeleche, y de Industria, Omar Paganini, anunciaron que no se aumentará el precio de los combustibles porque el “gobierno entendió necesario como apoyo al sistema productivo y a la ciudadanía”.
La contención del precio de los combustibles, que se hace con recursos públicos, también forma parte de la estrategia de la gestión de Lacalle Pou para contener la inflación, que se encuentra en un 6,76% anual, muy cerca del límite de la meta de inflación máxima anual del 7,00%.
En la Argentina, la situación es bastante diferente. La petrolera YPF aumentó el domingo pasado los combustibles en un 5% promedio en todo el país y acumula subas del 15% en el trimestre comprendido entre marzo y mayo de este año.
Debido que a YPF tiene una participación de mercado superior al 55% en el segmento minorista de combustibles, los valores fijados por la compañía son la referencia de precios del mercado.