En julio pasado, la faena vacuna fue alta, aunque si se la divide por los días trabajados la actividad industrial, se redujo. De todos modos, en el acumulado del año se vendieron a los frigoríficos 7,85 millones de animales lo que indica un leve incremento interanual.
Algunos analistas consideran que en los próximos meses podría darse una reducción de la oferta de hacienda con la que se abastece al consumo y la exportación de carnes, pero otros piensan que la situación sería la inversa, en función de la cantidad de ganado encerrado en los corrales y lo que viene sucediendo en los años previos.
El analista Ignacio Iriarte explicó en su Informe Ganadero que la faena en los primeros siete meses del año es 0,3% superior a la de 2024, y que la producción de carne aumentó 1,7% debido al mayor peso de los animales.
“De acuerdo a esta tendencia, la faena en el año en curso cerraría con unas 13,9 millones de cabezas, debiéndose recordar que el año pasado -con una matanza similar- el stock ganadero, al 31 de diciembre, cayó en 1,15 millones de cabezas”, consignó Iriarte.
Según el especialista, con los terneros nacidos este año no se soporta una faena anual tan alta, y eso conduciría a una nueva caída del stock.
En tal sentido, dijo: “No podemos repetir los niveles de extracción del 2024 sin el riesgo de que caiga nuevamente el stock. El número de terneros que encontraremos al 31 de diciembre próximo al pie de la madre, y que configurarán el destete 2026, probablemente sea el mismo o algo superior al de los dos años anteriores: menos vacas, menos vaquillonas, con una mejora marginal en el porcentaje de destete”.
En la misma línea se expresó la analista del Rosgan María Julia Aiassa, quien también espera un tercer año consecutivo con altos niveles de faena.
“Al proyectar los próximos meses, de acuerdo con el comportamiento histórico de la faena en esta etapa del año -cuando la oferta de animales terminados suele ser mayor-, deberíamos estar finalizando el ciclo con un número muy similar al registrado el año pasado, cercano a las 14 millones de cabezas, lo cual nos aseguraría una oferta de carne en torno a los 3,2 millones de toneladas”, explicó.
Luego agregó que “de confirmarse esta cifra, sería el tercer ciclo consecutivo con faenas por encima de los niveles de equilibrio, comprometiendo un año más la recomposición del stock”.
Aiassa señaló que el año pasado, con una faena en 13,9 millones de existencias “y una producción de terneros de 14,6 millones de animales -descontada la mortandad natural del rodeo-, se perdió al final del ciclo más de un millón de cabezas del stock”.
En este sentido, si este año se repite ese volumen de ventas a los frigoríficos, que es lo proyectado, sostuvo que “se requeriría mejorar significativamente los indicadores reproductivos, a fin de compensar la extracción con una mayor producción de terneros”. Caso contrario, se reduciría nuevamente el stock.