El último relevamiento realizado por CREA el pasado mes de julio refleja que el 66% de los 1119 empresarios agropecuarios consultados cree que la situación del país estará peor dentro de un año, una proporción ocho puntos superior al nivel registrado en marzo pasado
En tanto, un 42% de los consultados proyecta que su empresa podría estar en una situación más desfavorable dentro de un año, mientras que en marzo pasado esa cifra era del 34%. Por ese motivo, disminuyó de manera considerable la proporción de empresarios que consideran adecuado el momento para realizar inversiones.
La participación del cultivo de trigo en la rotación proyectada para 2021/22 alcanza el 15% (versus 16,4% en 2020/21), en tanto que la proporción total de cultivos de invierno sería de 21,5% (versus 22%).
En maíz (temprano + tardío) la proyección es del 32% (versus 30%) con un aumento interanual del 15% para el maíz temprano, mientras que la proporción de tardío se mantendría estable respecto del ciclo anterior.
Por segundo año consecutivo se observa un adelantamiento de las compras de insumos para la próxima campaña de cultivos de verano, lo que representa algo esperable en un escenario incierto.
Un 47% de los 700 ganaderos consultados planea mantener el nivel de retención de cría, mientras que otro 41% proyecta incrementarlo en el próximo ejercicio. De todas maneras, las intenciones de incrementar los niveles de retención en cría se vienen desacelerando en los últimos años, dado que en julio de 2018, de 2019 y de 2020 eran de 52%, 47% y 48% respectivamente.
Por otra parte, mientras que en las regiones más favorecidas por las lluvias se observa en general una mayor propensión a aumentar el rodeo de cría, lo contrario sucede en las zonas afectadas por restricciones hídricas.
En el próximo ciclo ganadero 2021/22 las empresas planean disminuir el uso de maíz para emplear en una mayor proporción el consumo de pasto. Adicionalmente, un 17,8% de los empresarios ganaderos CREA manifestó que planea pasar parte de la superficie dedicada a ganadería en 2020/21 hacia la agricultura en la campaña 2021/22. Se trata del registro más elevado de la serie histórica de la encuesta SEA de CREA, lo que podría estar indicando el inicio de un proceso de desinversión en la actividad.
Respecto de la actividad lechera, el 72% de los 157 empresarios tamberos consultados expresó que espera aumentar la producción total en un promedio del 5,5% durante el próximo año, mientras que esa proyección para los próximos cuatro meses es del 4,9%. La mayor parte del crecimiento programado está sustentado en un aumento de las vacas en ordeñe, fundamentalmente a través del rodeo propio.
Las producciones forrajeras de los tambos en 2020/21 se mantuvieron, en promedio, por encima de lo planificado al inicio de la campaña. El 66% de las empresas consultadas tiene un stock de silo igual a lo proyectado, mientras que el 20% posee más de lo que esperaba.
Un 36% de los tamberos señaló que piensa aumentar la superficie destinada a cultivos para silaje en 2021/22; en promedio, se estima un aumento de la superficie de 1,8% respecto del ciclo anterior. Por otra parte, un 24% de los consultados aumentó la proporción de forraje conservado en la dieta durante el último cuatrimestre en relación con el mismo período del año anterior.