En la lengua huarpe Polok Nenu significa “trabajo para el buen vivir”. Ese es el nombre que lleva el programa desarrollado por el Ministerio de Desarrollo Humano de San Juan. ¿De qué se trata? Básicamente de fortalecer la matriz productiva de los pueblos originarios y familias rurales locales. Para eso se invirtió en un invernadero hidropónico que permita el abastecimiento de forraje -aún con la falta de agua que caracteriza a la provincia y en especial la zona donde está ubicado- para la producción caprina de la zona.
“Nos hemos fijado objetivos para transformar algunas estructuras productivas basadas en diversificar y en la recuperación de la cultura del trabajo. Lo que estamos haciendo es fortalecer los talentos y las capacidades propias de los pueblos originarios”, dijo a Bichos de Campo Raúl Alonso, el director de Políticas de Equidad en el Ministerio de Desarrollo Humano de San Juan. Ese área está a cargo de Fabián Avallay y cuenta con apoyo del gobernador Sergio Uñac.
El programa cuenta con varias etapas y asistirá a un total de 600 familias. El primer paso consistió en la construcción en la localidad de Bermejo de un invernadero hidropónico de 80 metros cuadrados con un sistema de riego por microaspersión. Eso permitirá producir forraje que servirá para alimentar a 200 cabras en un tambo caprino.
Se cultivará cebada, maíz y centeno, y la capacidad productiva del invernadero rondará los 3000 kilos de materia seca cada 12 días, a razón de 14 fardos diarios.
“Hemos armado una rotación de 12 días a partir del llenado de la bandeja. Armamos las bandejas de 6 pisos y eso tiene un tiempo de germinación y producción definitiva de entre 12 y 14 días, tiempo en el que se da la mayor concentración de nutrientes. A partir del día 14 comienza a desvalorizarse la concentración”, explicó Alonso.
“Las comunidades huarpes dedicadas a la crianza de ganado caprino tienen serios problemas de alimentación y agua. Estos sistemas vienen a solucionar eso. Utilizamos dos litros de agua por cada kilo de materia seca, contra 200 a 600 litros que quiere el sistema tradicional. A lo mejor con una cisterna de 15.000 litros de agua tenemos para dos meses de producción de forraje”, agregó el funcionario.
La inversión total fue de 2 millones de pesos e incluyó la provisión de las cabras para el tambo, todas de raza pura. Las máquinas de ordene y refrigeración se encuentran aún en un proceso de licitación.
En el tambo trabajarán 26 familias que supervisarán su funcionamiento y la producción de queso, que luego será comercializado y distribuido por otras familias de la comunidad.
Desde el Ministerio indicaron que este proceso permitirá también recuperar parte del monte nativo natural que se ha perdido, al tener una nueva fuente de producción de forraje.
“El objetivo final es replicarlo y construir otros sistemas hidropónicos más económicos, pero con los mismo resultados de producción, en otras comunidades originarias”, aseguró Alonso.
Las siguientes etapas de Polok Nenu incluyen el fomento a una fábrica de alimentos para celíacos ubicada en la localidad de Caucete, también manejada por comunidades huarpes y que será provista de leche de este tambo (la leche caprina es apta para celíacos); la fabricación de cerveza artesanal a base de algarrobo y la promoción de turismo local.