Cumpliendo la promesa que su antecesor, Fernando Vilella, había hecho a las entidades que agrupan a los periodistas agropecuarios de todo el país, el secretario de Agricultura de Javier Milei, Sergio Iraeta, brindó en las últimas horas una conferencia de prensa en la que realizó importantes precisiones sobre la política nacional para el sector agropecuario argentino, de cara a 2025.
“No tenemos ningún temor a hablar y dar a conocer nuestra posición”, dijo el alto funcionario frente a los periodistas, reunidos en gran número en el edificio de Paseo Colón 982, visiblemente agradecidos con la posibilidad de realizar preguntas por primera vez al secretario de Estado y sobre todo por las botellas de espumante marca INTA con que Iratea lideró el brindis por fin de año. “Es falso que el INTA no sirva para nada, hace cosas muy importantes”, elogió al organismo antes del descorche.
Iratea llegó a un cargo clave en un país agropecuario como la Argentina sin ningún tipo de experiencia previa en la función pública, como así tampoco antecedentes de participación académica o dentro de la dirigencia sectorial. Reemplazó a Fernando Vilella, el ex decano de la Fauba, quien cultivaba un alto perfil, por decisión de su concuñado político, el secretario de Coordinación de Producción Juan Pazo. Desde ese momento, esta primera conferencia de prensa era muy anhelada por los hombres de la prensa especializada.
“Juan iba a venir a esta primera reunión con ustedes, pero bueno… primero lo mandaron a Cancillería y de inmediato fue a parar al ARCA”, dijo Iratea, quien de todos modos celebró que ahora iban a poder comenzar a coordinar con Pazo la política de apertura de mercados y la necesaria baja de la presión fiscal que necesita el sector productivo “desde la cena de fin de año, en casa”.
-De eso necesitamos preguntar, señor secretario. Hay una fuerte baja de la rentabilidad y los productores dicen que no se aguantan más las retenciones- disparó un periodista de un encumbrado diario porteño, tratando de poner manos a la obra y aprovechar que el secretario de Agricultura había podido hacerse algo de tiempo en su apretada agenda para atender los requerimientos de la prensa.
-Por eso los he citado- respondió Iraeta, mostrando determinación.
Y amplió: “La situación está difícil. Ustedes saben que el USDA, que es el equivalente de nuestra Secretaría de Agricultura, acaba de recibir del Congreso estadunidense una partida de 10.000 millones de dólares para compensar a los productores de su país por la baja de precios. Nosotros con las retenciones -que deploramos, por supuesto- les extraemos esa misma suma, dólares más o menos, a nuestros sufridos chacareros. Pero eso se terminará muy pronto”.
La pregunta que seguía era caía de cajón es la misma que se hacen todos los productores de la Argentina: ¿Cuándo?
El silencio que antecedió la respuesta del alto funcionario, quien por primera vez iba a romper el silencio oficial en torno a uno de los temas más espinosos de la política económica, parecía preceder a una posición sólida y muy bien fundada. De hecho, Iratea se volteó y pidió a sus colaboradores que le acercaran una carpeta con apuntes. El subsecretario Manuel Chiappe corrió presuroso a buscarla y se la alcanzó. Entre las botellas de champagne del INTA, la etiqueta dejaba claro qué tipo de información confidencial contenía: “Rebaja de DEX en 2025”, decía.
“Para hablar de eso justamente he citado a la prensa hoy sábado. El presidente Milei tiene un programa económico que ha sorprendido a todo el mundo. Es una de las personas más influyentes en todo el mundo e incluso Elon Musk quiere copiar las decisiones que estamos tomando en materia de retenciones”, afirmó Iraeta.
Los influencers libertarios, que habían sido citados a la conferencia de prensa como si fueran periodistas agropecuarios que cubrieran la Expoagro, aullaban plenos de satisfacción y expectativa por el anuncio que se veía venir. “El mejor presidente de la historia universal”, determinó uno de ellos, de gruesos bíceps y nariz curiosamente blanca.
Iraeta se dispuso a dar las precisiones. Pero antes se sirvió otra copa de espumante, la levantó en el aire en señal amistosa hacia los hombres de prensa, para brindar con ellos frente a tan importante anuncio.
-Si han llegado hasta aquí, que la inocencia les valga- dijo el secretario de Agricultura, recordándonos a todos que era 28 de diciembre. Luego estalló en una resonante carcajada.
-¿Pero entonces era falso que iban a anunciar una rebaja paulatina de las retenciones?- repreguntó un colega que todavía no había caído en que era el Día de los Santos Inocentes.
Iraeta lo miró comprensivo. De su pétreo rostro marcado por la dureza de la vida agropecuario en Barrio Norte surgió una mueca que era mezcla de ternura e inocencia.
Contestó como embebido en las burbujas del espumante de la experimental de Luján de Cuyo, desde parrales que quizás muy pronto sean puestos a la venta: “Lo que era falso es que yo vaya a darles una conferencia de prensa. Ni mamado hago eso”.
Que la Inocencia nos valga.
Pregunto, aun sigue Secchi, Sarria, Sosa, la triple S., coimeros a full, y siguen dando vueltas, de esto nadie le pregunta a este hombre., nadie investiga.