El jueves 14 de enero comenzó una odisea para un grupo de productores del centro de Buenos Aires. Luego de que Los Grobo Agropecuaria anunciara su default financiero, muchos agricultores que habían entregado sus granos a la empresa desarrollaron nervios de acero ante la incertidumbre de no saber si se pagarían la mercadería entregada con “precio a fijar”.
Los Grobo, empresa de servicios agropecuarios y acopio, anunció a la Comisión Nacional de Valores que no podría hacer frente a deudas millonarias en el ámbito financiero, dejó de abonar cheques comerciales y, finalmente, defaulteó a los bancos tanto locales como internacionales.
Esa situación generó sorpresa en muchos productores que habían entregado su producción a este gigante del agronegocio, como sucedió en San Miguel del Monte., donde algunos comenzaron a comunicarse con empleados de la filial local de la empresa para conocer el destino de su capital.
Con esa panorama, Fernando Vidal fue como tantos otros a averiguar si podía salvar sus granos para retirarlos de los silos de la sede de Los Grobo. Pero no fue posible. “La situación a hoy es que no estamos cobrando el trigo que se entregó, ni tampoco tenemos habilitado el retiro de la mercadería”, cuenta Fernando a Bichos de Campo. Así, con esa respuesta, fue como comenzó la odisea de Fernando y otros productores, quienes llegaron a bloquear los ingresos de la planta de San Miguel del Monte de Los Grobo.
En retrospectiva, Vidal dice que hubo señales que indicaban que algo no estaba bien con la empresa fundada por la familia Grobocopatel, aunque, como se trataba de una firma con gran trayectoria, decidió confiar.
Vidal es productor de maíz, soja, trigo, cebada y girasol en la zona y tiene una empresa que brinda servicios agrícolas. El productor entrega la mayoría de sus granos a Los Grobo desde 2006, por lo que mantuvo una sólida relación comercial con la empresa. “Empecé con poco volumen, vendiéndoles granos y en algunos años nos financiaron insumos, aunque a veces no”, explica.
A pesar de tantos años de relaciones comerciales, sospechó de un evento sucedido en el invierno del año pasado, cuando entregó maíz a Los Grobo y, al momento de intentar descontar los cheques en el banco, se llevó una sorpresa. “Luego de cosechar maíz tardío, me ofrecieron un precio bueno con pago a diciembre y liberación de cheques electrónicos, lo que me permitía descontar los cheques en el banco y ganar un extra de entre 10 a 20 dólares por tonelada”, cuenta.
“Pero fui al Banco Provincia a descontar los cheques y me dijeron que debido a una rebaja de la calificación de Los Grobo, ya no podían descontar más cheques de ellos. Terminó siendo un mal negocio, porque tenía compromisos de pago y esos cheques eran la única forma de cumplir. Finalmente, logré que me liquiden el maíz a precio de mercado”.
Una radiografía del campo argentino: Bajan la calificación de Los Grobo Agropecuaria
La verdadera epopeya comenzó en diciembre. Según explica, el 80% de su producción de trigo fue a Los Grobo, parte para cubrir algunos canjes de insumos y parte para liquidar. “Cuando empezaron a incumplir con los pagos a los productores, decidí que iba a liquidar y opté por retirarme. Fui a la planta, pero me dijeron que no podían ni liquidar ni permitir el retiro de granos. Con un escribano público, hicimos un acta constatando la existencia del cereal en la planta y luego denunciamos la retención indebida”.
Con esa medida, Fernando y otros productores lograron un acuerdo, y cuando estaba todo listo para establecer cupos de retiro de mercadería, aparecen los terceros en discordia, que son los transportistas. A ellos también la empresa les adeudaba facturas, y ante el acuerdo con productores, se generó un malestar en este sector, que se volvió contra la empresa. Lo que denunciaron los transportistas de la zona, que estiman una deuda de 500 millones de pesos, es que si sacaban los granos de los productores, no quedaría nada para ellos.
En concreto, comenzó una negociación tripartita entre representantes de la empresa y quienes querían retirar sus granos y aquellos que querían cobrar granos entregados “a fijar” y facturas adeudadas. Luego de una asamblea en la puerta de la planta de San Miguel del Monte, se decidió un bloqueo por tiempo indeterminado a esa filial de Los Grobo.
Fue así que cuatro productores de la zona decidieron bloquear las dos puertas de la planta, impidiendo las operaciones hasta que se regularizase la situación. Dispusieron dos cosechadoras para bloquear ambas puertas y, en conjunto, productores y transportistas mantuvieron 72 horas bloqueado el ingreso y la operatoria de la filial de Los Grobo.
Como en casi cualquier cosecha, los productores llevaron una casilla y se dispusieron a dormir y pasar las horas en la puerta de la empresa, hasta obtener una solución, con las cosechadoras de tapón. “Le cortamos los dos accesos y chau, no les quedó otra que hacer la negociación toda en conjunto: Los Grobo, transportistas, productores”, cuenta Vidal.
Alerta comercial: Comenzaron a rebotar cheques sin fondos de Los Grobo Agropecuaria
Durante el segundo día de bloqueo, luego de varias negociaciones frustradas, los productores y transportistas acordaron una propuesta: “Ofrecimos que Los Grobo liquidara cereal por el monto que le debían a los transportistas y a nosotros nos dejen sacar el cereal, pero que el pagador no sea Los Grobo porque nadie va a aceptar un cheque de ellos”.
Finalmente, comenzó el retiro, se necesitaban unos 100 viajes para cubrir la deuda con los transportistas y luego comenzaría el retiro de los productores. Y ahí nuevamente se presentó otro problema: los productores solamente pudieron comenzar a sacar el trigo sin precio hecho, es decir, “a fijar”, puesto que el entregado en almacenaje está siguiendo el camino judicial por ejecución de cobranzas. “Por lo que estábamos peleando también era por el cereal acopiado”, narra Vidal.
Más allá de esos casos, con la propuesta negociada aceptada, los transportistas volvieron al trabajo con la promesa del pago y los productores comenzarían a sacar la mercadería entregada; todo parecía ir sobre rieles. “Un productor de Monte se encargó de fiscalizar que se cumpliera todo: viajó hasta Casares para verificar que los cheques funcionaban”, cuenta el productor.
Sin embargo, los problemas no finalizaron ahí, puesto que había que conseguir cupo para los camiones: “Todo causaba más retrasos”, subraya el agricultor. Pero en esta historia nada parece ser fácil. Otra vuelta de tuerca les esperaba a los productores, quienes, si bien ahora lo cuentan como una anécdota más de una semana frenética, hizo en su momento “saltar la térmica”.
La mañana estaba extraña. Cuando todo parecía listo para comenzar el operativo acordado, se enteraron que en la planta de Los Grobo habían cortado la luz por falta de pago y todo el plan se venía abajo. “El primer día que liberan la carga, me despierto ahí y empiezo a ver quilombo de vuelta. Le pregunto a Hernán, el contratista que me acompañaba, ¿qué pasa? No tienen luz, me responde”.
Vidal, luego de varios años de trabajar con la empresa, se bajó de la casilla y fue hasta la planta a hablar con los operarios, a quienes conoce. “No me jodas, ¿cómo que no tienen luz? Esto es un verso. ¿Es real? Sí, me dice. Nos cortaron por falta de pago. Ya hicimos el pago, el tema es que hay que esperar la reconexión y la guardia está saturada”, le explicaron en la planta, aún con su trigos dentro.
“Me voy en una rueda para la cooperativa, voy a hablar con el gerente y le digo dame luz a la planta ya. Dale luz a Los Grobo. Le expliqué el problema que había, y le dije que si no me mandaba una camioneta, en quince minutos te traslado el quilombo acá a la puerta de la cooperativa eléctrica. Ahora son ustedes los responsables de que no me dejen sacar el cereal”, recuerda Vidal.
Finalmente, luego de la semana frenética, de los cuatro productores que encabezaron la protesta, tres pudieron retirar el trigo y el cuarto se encuentra en ese proceso. Las cosechadoras fueron retiradas, los transportistas volvieron a su trabajo habitual y Vidal a monitorear cultivos de gruesa.
Queda una lista de productores que no estuvieron presentes en la protesta, pero que también están en proceso de recibir sus pagos y granos. “Todos tenemos la esperanza de que, si la planta sigue operando, las cosas se resuelvan”, dijo Vidal a este medio.
La planta de Los Grobo en San Miguel del Monte estuvo bloqueada durante 72 horas. Fueron días de mucha tensión. Hernán López y Fernando Vidal vivieron una semana ahí, entre las cosechadoras y las negociaciones, hasta que lograron que la planta empezara a liberar los granos. “Me aseguré de llevarme hasta el último kilito de trigo”, asegura Vidal.
Sin embargo, la incertidumbre sobre lo que sucederá en febrero sigue presente. En la zona, todos quieren que la planta siga funcionando, pero parece que la situación no es tan clara. La presión de sacar todo hasta fin de mes es enorme. El temor está en que Los Grobo Agropecuaria declare convocatoria de acreedores, y todo lo que está ahí, quede ahí.
Los grobo … te decían como tenias que sembrar fertilizar vender los granos etc. Pero nunca nombraron qué eran testaferros k y que se beneficiaban con el dolar soja y con que a ellos no le cobraban impuestos y retenciones, obvio que hasta la afiliación nunca les caía sarta de ladrones,!!