Por su rol como dirigente de la industria frigorífica, Daniel Urcía cumple funciones en el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), donde está a cargo del Departamento de Promoción Interna, abocado a la difusión de las bondades de la carne vacuna en el mercado local.
Desde hace varios meses, la Cámara de Matarifes viene cuestionando el accionar de ese Instituto, tanto para promoción interna como externa, y reclaman que el aporte que se hace para su funcionamiento –que surge de un pago por animal destinado a la faena- no sea obligatorio sino voluntario.
Sobre estas críticas, Urcía dijo a Bichos de Campo: “El concurso fan de la carne lo desarrollamos junto con ellos (los matarifes) y la verdad es que cuando se habla con el bolsillo, hay poco para discutir. No quieren pagar porque significa un costo, aunque no lo hagan ellos en forma directa. Pero no representa ni 30 centavos sobre el valor de venta al público de un kilo de carne vacuna”.
A continuación, indicó que todos los países exportadores de carne vacuna tienen su instituto de promoción, que opera a nivel interno y externo, y que sirve de paraguas de contención a toda la industria.
Consideró que los matarifes “tienen la libertad de opinar y creer que el Instituto no sirve”. Y recalcó: “Yo creo que hay toda una cadena de ganados y carnes que considera que es muy útil”.
“Claramente, la idea de conformar el Instituto en Argentina no fue original. Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, Escocia, Estados Unidos, Uruguay, Brasil, todos tienen un instituto de financiamiento privado para promover sus carnes, no solamente en el exterior, sino también, como estuve justificando, necesario en el país de mayor consumo de carne”, señaló Urcía.
Luego Urcía explicó: “Cincuenta años atrás, en la dieta del argentino promedio, el pollo y el cerdo no influían. Hoy el pollo está al mismo nivel de consumo de la carne vacuna, pero no solamente por precio. Ya es por hábito de consumo porque las generaciones nuevas han incorporado absolutamente el pollo, que le ha generado nuevas alternativas. Lo que hacemos nosotros es darle información de cuánto aporta nutricionalmente la carne vacuna. Generamos la base para la toma de decisiones. Después, cada uno es libre de elegir la dieta o elegir el consumo que prefiera”.
Y añadió: “Estamos haciendo trabajos de investigación, encuestas de opinión, focus group, monitoreamos que pasa en las redes sociales y en base a eso vamos definiendo acciones que tienen que ver con la promoción de carne en el mercado doméstico. Cincuenta años atrás, tal vez esto no hacía falta, pero claramente las costumbres van cambiando y hoy necesitamos trabajar con los jóvenes, difundiendo los beneficios que tiene la carne”.
Sobre la producción de carne vacuna se han dicho muchas cosas, muchas veces de forma infundada, que perjudicaron su consumo. En paralelo, fueron apareciendo otras alternativas que ganaron espacio en el plato de los argentinos, y con las que se compite en el mercado local.
Por citar algunos ejemplos, Urcía destacó: “Desarrollamos un concurso para los colegios primarios, que se llama fans de la carne vacuna, y cuyo ganador nacional visita la expo rural de Palermo. En paralelo, hacemos diferentes acciones en el deporte, trabajamos en los congresos de nutrición, y además promocionamos la carne en eventos como el Cosquín Rock”.