Hablemos del maracuyá. La fruta de la pasión la llaman. Usualmente se importa desde países de clima tropical. Pero una pareja de productores también la cultiva en Misiones desde hace unos 10 años en Bernardo de Irigoyen, y le encontró la vuelta para lograr agregado de valor a través de la producción de la pulpa natural procesada (no solo de maracuyá, sino de otras frutas tropicales como mango y limón misionero).
Una particularidad del establecimiento, que se llama La Patricia, es que en el área de extracción de la pulpa de la fruta trabajan solo mujeres. “Es una parte clave de nuestro trabajo, y me gusta destacarlo, porque habla del empoderamiento de las mujeres, que antes no tenían un trabajo remunerado fuera de su casa. Entonces esto generó un cambio social muy fuerte, porque pasaron a tener otro protagonismo al tener posibilidades de trabajar en una planta de extracción que está ubicada en el medio de la selva, al igual que la producción”, destacó Patricia Rufini, la productora de estas frutas.
Escuchá el reportaje completo realizado a Patricia Rufini:
La emprendedora describió que en La Patricia se encargan de abordar toda la cadena, desde la producción de la semilla hasta el envase que va a la góndola. La extracción de la pulpa de la fruta es un proceso que es manual.
“Tanto la producción de la fruta como la extracción de la pulpa y envasado, se hace en medio de la selva misionera. Seguimos un proceso muy minucioso; elaboramos el plantín que en octubre va al suelo. En marzo/abril se cosecha la fruta, se la lava y analiza una por una en nuestra planta y la extracción de la pulpa se realiza a mano, elaborándose luego una salsa gourmet que se envasa y se vende”, comentó la productora.
Rufini relató que su esposo es retirado del área de administración de empresas, y que ella es docente universitaria jubilada. “Emprendimos este proyecto hace unos cuatro años como un desafío para nuestra tercera edad, mal llamada clase pasiva, ya que estamos más activos que nunca. De hecho ya empezamos a cosechar nuestros frutos en lo que es la red de comercialización, porque la parte productiva la manejamos hace tiempo”, relató Rufini.
En ese sentido, destacó con profundo orgullo que “en los próximos días concretaremos nuestra primera exportación de pulpa de maracuyá a Brasil, lo que es gracioso, porque ese país es uno de los productores líderes de esa fruta a nivel mundial”.
Patricia también explicó que se decidieron a agregar valor a la fruta fresca “debido a los problemas que nos acarreaba el transporte y la logística desde donde producimos a los centros de consumidores. Como era imposible llegar con la calidad que pretendíamos al consumidor, trabajamos junto a la Universidad del Litoral y la facultad de ingeniería en alimentos, en elaborar un producto que mantuviera la calidad de la pulpa y pudiera conservarse fuera de la heladera”.
“Así fue que elaboramos pulpa lista para usar en envase de 400 centímetros cúbicos, aunque también elaboramos envases de 3 o 4 kilos para la industria. De hecho, elaboramos pulpa con y sin semilla, y esta última presentación ya comenzó a ser muy bien recibida en góndolas del Barrio Chino en la ciudad de Buenos Aires, para elaborar el sushi por ejemplo”, comentó.
Exelente muy buenos estos productores
Los felicito y les deseo lo mejor
Una misionera en el exterior
Ada B