En marzo de 2023 la Argentina importó 1,38 millones de toneladas de soja y procesó 2,11 millones, lo que implica que el 65% de la molienda se explicó por el poroto importado de países vecinos.
Si bien se trató de la cifra más elevada en términos históricos, lo cierto es que marzo fue el último mes del ciclo comercial de la soja argentina 2021/23.
En el primer mes del ciclo comercial 2022/23, abril pasado, la molienda –según datos oficiales publicados por la Secretaría de Agricultura– fue de 2,87 millones de toneladas con importaciones por 1,24 millones. Y en mayo tales cifras fueron de 3,49 y 1,36 millones respectivamente.
Eso implica que en el promedio de los dos primeros meses del ciclo comercial de la soja argentina 2022/23 el 41% de la soja procesada provino del exterior (fundamentalmente de Brasil y Paraguay).
Con una cosecha estimada entre 21,0 a 21,5 millones de tonelada, se prevé que en el presente ciclo comercial Argentina importe un total de al menos 10,0 millones para poder garantizar una actividad mínima al sector industrial aceitero.
Los productores argentinos aún tienen en sus manos alrededor de 10 millones de toneladas de soja 2022/23, las cuales no serán ingresadas al mercado hasta que no aparezca algún incentivo cambiario.
Por otra parte, el margen bruto proyectado de la industria aceitera, con los precios actuales presentes en el complejo sojero, torna crecientemente inviable la operación a medida que avanza el segundo semestre del año.
Ese panorama, en una situación compleja en términos macroeconómicos y políticos, hace difícil de proyectar cómo podría evolucionar la molienda argentina de soja en el transcurso de los siguientes diez meses del ciclo comercial 2022/23.
Imagínate cuánta soja tienen guardada en lo silo bolsa esperando que aumente el dólar!!!