Nunca la escenografía resultó ser tan delatora. En este caso es un cultivo de maíz que, con técnología novedosa de riego, crecía robusto en medio de la fuerte sequía de este verano. Con ese lote de fondo, Raúl Suburu nos contó su historia, que desde los años 70 está ligada a la historia de la estancia La Clodomira. No será nada raro, hasta aquí, de no ser porque el maíz aquí es una verdadera rareza. Estamos cerca de Los Conquistadores, en el norte de la provincia de Entre Ríos, una zona que siempre ha sido ganadera y a lo sumo ha dado paso al arroz en los años 90.
Suburu es parte de una generación de productores agropecuarios que viene corriendo la frontera agrícola hacia el norte, en las provincias de el Litoral, casi sin darse cuenta de lo que esto significa. Para ser este maíz que tenemos de fondo, utiliza parte del agua acumulada en la represa que alguna vez construyeron para poder sembrar arroz: Esta campaña, en particular, el agua no alcanzó para todos, pero convivieron con la arrocera a la que le alquila los lotes con aptitud agrícola. Pero la producción de granos la están llevando adelante ellos mismos, con muy buenos resultados.
Mirá la entrevista:
Suburu es de profesión médico. Pero desde 1976 se metió en el negocio agropecuario por razones de familia. La Clodomira nació de la sucesión de los campos que originalmente eran de Angel Tito y luego pasaron a manos de su hijo, Don Justo Tito. “Ahí nos involucramos con mi hermano. Esto en esa época era un campo de cría. Nosotros intentábamos en 1978 sembrar las primeras pasturas, pero era muy difícil la zona, no había contratistas, no había maquinaria, no había nada”, rememora.
-¿Era el clásico campo donde se depositaban las vacas para que tuvieran terneros?
-Y el ternero se destetaba a culata del camión y se iba a engordar a otro lado.
Los primeros signos de la por ahora débil penetración de la agricultura en la zona sucedieron en los años 90, con la llegada de las arroceras que buscaban su recursos más apreciado, el agua superficial, ya que más al sur en Entre Ríos cada vez era más costosa extraerla de los pozos por el alto costo del gasoil o la electricidad para hacer andar las bombas.
“En esa época se hacía arroz con los arroyos. Esto linda con dos arroyos, el Guayquiraró y el Guerrero. Se hacía arroz al costado del arroyo, en los bajos. Después se implementó el arroz de pozo, pero el costo de gasoil era muy importante. Nosotros en el año 96 construimos la primera represa, que tenía una capacidad de 4 millones de metros cúbicos. Después construimos una segunda represa”, continúa Suburu su relato.
Ya con el riego asegurado por las represas (salvo este año extenuante, que casi estaban agotadas), La Clodomira primero intentó hacer arroz por las suyas, pero debido a la particularidad de ese negocio luego cedió ese trabajo a contratistas. Retomaron la agricultura recién hace un par de campañas con esta apuesta especialmente osada: maíz con riego en la frontera norte de Entre Ríos. En Bichos de Campo ya hemos contado otros casos que han obtenido rindes de hasta 8.000 kilos por hectárea.
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“El maíz con riego en realidad es complementario de lo que antes era el campo de cría. Nosotros antes, como dije, teníamos el destete a culata de camión y se vendía. Ahora, al contar con maíz, estamos transformando ese maíz en carne y estamos tratando de sacar animales para Cuota Hilton, animales gordos”, dice Raúl, confirmando todo el abanico de posibilidades que habilita la llegada de los granos a esa zona. Básicamente dejar de ser productores de terneros para ponerse a producir directamente la carne.
La Clodomira tiene un total de 4.800 hectáreas y 2.500 animales. La mitad de esas cabezas corresponde al plantel de madres, pero el resto ahora son novillos en engorde y las vaquillas en recría. La superficie cedida al arroz va variando año a año, dependiendo de la disponibilidad de agua que se junte en las represas, pero ronda las 500 a 550 hectáreas. Para obtener los granos que se necesitan para suplementar la hacienda, ellos utilizan otras 100 hectáreas, aproximadamente.
“Con 100 hectáreas y un rendimiento de 5.000 kilos, estamos bien”, afirma Suburu.
Esas 100 hectáreas reciben, en principio, el agua de lluvias que esta año han sido muy esquivas. Pero cuando hace falta hacen riego suplementario mediante un particular sistema que se está exteniendo por esta región. Consiste en llevar agua de las represas con una bomba hacia un sistema de mangas que la depositan en la zona más elevada del lote. Allí el agua se distribuye por los laterales y va saliendo por una serie de perforaciones. La lámina cubre todo el campo porque este fue sistematizado digitalmente y se le trazaron muy pequeños surcos. En la Clodomira han adaptado especialmente una máquina para hacer este trabajo. No levantan la tierra, apenas la marcan.
“Estas son tierras ideales porque no tienen mucha pendiente. Se puede implementar el riego sin mucha pendiente. Yo recuerdo haber ido a Arroyo Barú (en el departamento Colón, Entre Ríos) hace unos veintipico de años, donde había un productor que era arrocero y se pasó a hacer soja con riego y ahí fue la primera vez que vi soja con riego, con un rinde mayor de 3000 kilos”, sigue Raúl con los recuerdos. Y completa: “Desde esa época siempre estábamos pensando en este tipo de riego, pero la inversión, la tecnología y todo lo demás siempre tarda en llegar aquí”.
-Usted me dijo que logran aquí 5000 kilos de maíz. ¿Podría ser más?
-Podría ser más, pero estamos en un año que no hay disponibilidad suficiente de agua para riego complementario. Calculo que este lote va a dar 5.000.
-Han pasado por la ganadería tradicional, luego el arroz, ahora el maíz como suplemento para engordad sus propios animales. ¿Qué siente después de haber dado toda esta vuelta?
-Que estoy viejo. Ha pasado mucho tiempo. Por suerte viene mi hijo atrás. Y la hija de mi hermano.
-Le preguntaba si estaban pensando en otra innovación…
-No, no por ahora. Tenemos que desarrollar esto. Esto está en el segundo año recién. Es muy poco tiempo. Yo creo que ahora en maíz uno puede apuntar un poco más alto en rendimiento. Y eso es difícil. Por el manejo, por los costos de los abonos que no son baratos, la urea tampoco. No hay nada barato en la Argentina y la imprevisibilidad de la Argentina es complicada.
-Más allá de los problemas quizás estén colaborando en la creación de una nueva zona agrícola.
-Bueno, ojalá, ojalá. Es pavoroso que estemos dependiendo del cielo y tener el cuello doblado para arriba para ver si llueve, con una inversión millonaria para hacer un cultivo, teniendo la posibilidad de riego. De alguna manera es una barbaridad.
Es un sacrilegio usar el agua de las napas para maíz u otro cereal.Arrocera Gallo arrendó campos cerca de mis primos ,y por 1rea vez en 150 años ,el molino de la casa no sacó agua.Secaron las napas,se rebalzaban las tapas y caía el agua ¡¡ potable de 1ra calidad mejor q la mineral!! al camino haciendo un barrial. Bendita la hora q se dejaron de joder con las bombas para sacar agua..SECARON ARROYOS .Bichos de Campo EDUQUEN..Por q la gente q vive en el campo hoy ,NO le interesa cuidar nada,solo quieren plata,.No son como nuestros abuelos q convivían en paz ,con los montes,los animales,ESTO NO FUE SEQUIA,FUE DESMONTE, q les quede claro,,p’ los q escupen p’ arriba. Y acá hay mucha gente q sabe q esto pasó,.Llegué a decir ” bendita la soja” cuando se dejaron de joder los pozos y bombas
Perfecta definición de lo que está pasando en el campo.
Y como casi todos los campos los trabajan contratista….tampoco rotan los cultivos como debería.
Amigo, campesino como tú. En tiempos de crisis se siembra maíz por cuartones y después se le suelta el ganado atrás. Ganado alimentado y mazorca grande
En la Argentina se aplica el feudalismo, es imposible mantener 47.000.000 de personas que en su mayoría directa o indirectamrnte pretenden usar de sostén y eje a 250.000 campesinos/ganaderos., saqueándolos con tasas, impuestos y habladurías Cuando faltó un poco de agua, muchos miran de reojo para ver que queda por depredar. El riego puede aniquilar las napas y hasta afectar las ciiudades, estamos conducidos por una corporación de lacras que lo único que saben es opacar emprendedores y gente honesta para que queden igual que ellos, el problema que no hay lugar para todos y no queda otra que llenar cárceles con basuras que se consideran dirigentes. Lluvia de Besitos.