El Reino Unido, que recientemente abandonó la Unión Europea, tiene previsto introducir el mes próximo una nueva ley que exige que sus empresas se aseguren de que los productos y alimentos que importan no contribuyan a la deforestación ilegal en el mundo.
La ley busca hacer frente a la perdida de bosques tropicales asociada a la producción de soja, aceite de palma, cacao y carne vacuna, según informó la Asociación Civil Periodistas por el Planeta. El Reino Unido importa este tipo de productos desde América Latina, África y el sudeste Asiático. La Argentina está en el listado de sus proveedores.
Una reciente encuesta de YouGov demostró que el 55% de las personas en aquel país europeo consideraría no comprar carne que provenga de zonas deforestadas. Ante la creciente preocupación de los consumidores por contribuir de forma indirecta al desmonte del Amazonas, el gobierno le impuso a las empresas la responsabilidad de saber de dónde proceden sus productos.
Esto afectaría de forma directa a Brasil, que es uno de los países que más exporta al Reino Unido. Si bien la actual administración brasilera ha sido muy criticada por el avance sobre el Amazonas, su gobierno ha hecho caso omiso a este tipo de cuestionamientos y continúan en aumento las tasas de deforestación. Empresas como Burger King y Tesco –la cadena de supermercados más grande de Reino Unido- mostraron la negativa a seguir comprando productos de Brasil.
Según las organizaciones RSPB y WWF, se necesita una superficie media anual de 21,3 millones de héctareas para abastecer la demanda de productos básicos de Reino Unido. Esto equivale a un 88% de su propia superficie terrestre. Entre 2011 y 2018, las emisiones de de CO2 de este país escalaron un 8%.
Mike Barrett, director ejecutivo de ciencia y conservación de WWF en el Reino Unido, dijo: “Está claro que las empresas y los consumidores no quieren importaciones que destrocen el planeta. El Gobierno debe acelerar la aprobación de leyes fuertes y eficaces, que limpien nuestras cadenas de suministro y demuestren que el Reino Unido puede tomar la iniciativa en la lucha contra la naturaleza mundial y la crisis climática”.
Los legisladores del Reino Unido buscan que la medida sea introducida en el próximo proyecto de ley sobre el medio ambiente, que se presentará en el Parlamento de Londres en septiembre.