Un equipo de investigación del INTA Salta logró la pasteurización y fortificación con hierro de la leche de cabra en un 56% de la dosis diaria recomendada. De esta manera se obtuvo un producto diferenciado para niños pequeños con deficiencias nutricionales o alérgicos a la proteína de la leche y mujeres en edad fértil, destacaron desde el organismo.
“Con frecuencia, niños pequeños y mujeres en edad fértil presentan anemia, una enfermedad carencial por falta de hierro. Una manera de contrarrestar esto es mediante la suplementación medicamentosa o cambios en los hábitos alimenticios como la incorporación de carnes rojas a la dieta. A pesar de esto, muchos niños de muy corta edad no incorporan estos alimentos o abandonan la suplementación. Con el fin de desarrollar una alternativa, un equipo de especialistas en agregado de valor y agroindustrias del INTA Salta logró la pasteurización y fortificación con hierro de la leche caprina en un 56% de la dosis diaria recomendada”, indicó el semanario INTA Informa.
Una de las investigadoras involucradas en el proyecto es Marcela Fili, del INTA Salta. “Trabajamos con el objetivo primordial de ofrecer leche caprina pasteurizada y fortificada con hierro”, explicó, al tiempo que destacó que el proyecto propone además agregar valor a un alimento regional y ampliar la oferta de leches de otras especies.
En este punto, fue más allá y subrayó que la leche caprina fortificada permite que niños de corta edad con intolerancia a la proteína de la leche puedan consumirla: “La leche caprina, comparada con la bovina, es mejor tolerada por quienes son alérgicos”, explicó Fili.
La investigadora se refirió a la diferencia con los productos similares disponibles en el mercado: “Si bien es frecuente encontrar leche bovina fortificada con hierro, no sucede lo mismo con la leche caprina”. Más bien, no se encuentra.
“En Salta es muy frecuente el consumo de quesos caprinos, por lo que decidimos ofrecer leche de cabra y trabajar en fortificarla. Se trata de una alternativa diferente que pone en valor a un alimento netamente regional”, indicó.
“Pudimos encapsular el hierro, es decir encerrar el sulfato ferroso en una microcápsula con lecitina alimentaria, e incorporarlo a la leche sin provocar olores y sabores extraños”, explicó la licenciada en nutrición del INTA. A su vez, ponderó el logro al reconocer que lograron fortificarlo hasta un 56% de la dosis diaria recomendada en un solo vaso de leche. La leche bovina fortificada disponible en el mercado, sólo aporta entre un 20 y un 24% de la dosis diaria recomendada.
Este logro del INTA Salta se posiciona como una alternativa que pone en valor a un alimento netamente regional. La primera etapa del proyecto se desarrolló en el marco de la convocatoria “Argentina contra el Hambre” del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que permitió comprar el equipamiento necesario para abordar una etapa comercial. Ahora el equipo del INTA trabaja en los ajustes a escala para ofrecer en dos etapas: leche caprina pasteurizada y, luego, la fortificada.
“En breve, con la próxima campaña tambera, podremos avanzar e incrementar la actual producción de 300 litros semanales con la incorporación de más tamberos familiares de la zona”, sostuvo la investigadora, Y explicó que, para ese entonces, las leches estarán disponibles en los mercados de cercanía del Valle de Lerma, Salta.