Con el arranque del año también comenzó a regir un nuevo marco de reglas para la exportación de carne vacuna. Según este esquema, quedó liberada la venta de carne de vaca tipo conserva y manufactura, pero al mismo tiempo se prohibió la venta de los 7 cortes considerados “populares” del resto de las categorías vacunas.
Las nuevas normativas dejaron algunas dudas respecto de cómo se operará con algunos mercados. El Ministerio de Agricultura, de todos modos, también dispuso la creación de un Observatorio que monitoreará la evolución del negocio, con la intención de evitar faltantes en el mercado interno. Esto habla de la intención oficial de tener el poder de cerrar el grifo exportador en caso de que se dispare el precio interno de la carne.
Las entidades de la Mesa de Enlace, cuyos técnicos participaron de la negociación de este esquema de apertura gradual del cepo exportador (al punto que uno de ellos, el representante de CRA Matías Lestani pasará al gobierno para ser nuevo secretario de Agricultura), en las últimas horas tomaron distancia de este nuevo marco exportador.
Pero Carlos Riusech, vicepresidente del Consorcio de Exportadores ABC y titular del frigorífico Gorina, parece estar agradecido por el trabajo de las entidades rurales. Si bien “no participamos del proceso (de definición de este nuevo esquema exportador), pensamos que todo lo que tienda a la flexibilización y normalización que las entidades (de productores) están encausando, lo celebramos”, dijo a Bichos de Campo.
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El empresario del sector frigoríficos evaluó que cuando cierren las cifras de diciembre, la Argentina finalmente habría exportado cerca de 780 mil toneladas de carne vacuna en 2021 (contra 930 mil toneladas de 2020). Agregó que esperan repetir un volumen similar en 2022, aunque no pierde las esperanzas de llegar al millón de toneladas.
“Nuestra aspiración es al menos repetir el volumen de 2021, aunque la intención es llegar en algún momento al millón de toneladas. Tenemos las condiciones, está el espíritu de la producción, las fábricas se prepararon y hay un mundo demandante. El mensaje es auspicioso: tenemos que trabajar todos los eslabones codos a codo aunque haya diferentes intereses y puntos de vista”, dijo el dueño de Gorina, uno de los cinco principales frigoríficos exportadores del país.
Riusech destacó como positivo que se mantenga la liberación total de los cortes de vaca tipo conserva y manufactura, que atienden especialmente a la demanda desde China, es decir las categorías D y E. En el caso de las vacas B y C, la carne podrá ser exportada pero siempre respetando la limitación de los cortes populares. Estos son asado, tapa de asado, vacío, matambre, falda, paleta y nalga.
La norma también prevé la venta normal dentro de los cupos arancelarios acordados por la Argentina, como las cuotas 481, la Hilton, la de 20 mil toneladas para Estados Unidos y un pequeño cupo para Colombia.
Con respecto a la exportación a Israel, un destino que sirve para integrar mejor la media res, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, aseguró días atrás a diplomáticos de ese país que no habrá problemas en cuanto al abastecimiento a ese mercado, cuyas importaciones provienen en 40% desde Argentina. De todos modos, en este caso no hay normativa alguna que lo asegura más allá de este compromiso verbal.
En tanto las ventas a Chile y Brasil seguirían prohibidas, tal como sucedió el año pasado.
El otro tema que hace ruido en el sector es la creación del Observatorio de la Producción de Carne Vacuna, que según la resolución 301 tendrá la finalidad de brindar asesoramiento para “aumentar la productividad, otorgar previsibilidad y confianza a los productores y generar un ambiente adecuado de negocios”. Con sobradas razones, muchos en el sector creen es que este será el ámbito en el cual el gobierno regulará los volúmenes de ventas al extranjero. De hecho, la resolución le otorga esta potestad explícitamente al director nacional de Control Comercial Agropecuario, que hoy es Luciano Zarich.
Al respecto, Riusech consideró: “el Observatorio que estará integrado por todos los eslabones de la cadena tiene la tarea de analizar la situación, proponer políticas públicas y analizar los volúmenes (de producción y de consumo) y sugerir los de exportación”.
En ese sentido, indicó que en las reuniones preliminares con los funcionarios se habló de una proyección de exportación de carne vacuna cercana a las 800 mil toneladas para 2022, y que se está hablando en las reuniones con las entidades sobre “cuál será la velocidad de exportación durante el primer cuatrimestre. Eso formará parte de las reuniones de los próximos días”.