Desde hace cuatro años, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba impulsa el programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA) con el propósito de reconocer el trabajo de aquellos productores que hacen bien las cosas tranqueras adentro. ¿Qué significa eso? Que aplican métodos de producción sostenibles, es decir, produciendo al máximo sin comprometer al ambiente. En 2019 la iniciativa quedó institucionalizada con fuerza de ley y ya son más de 10.000 los empresarios del agro que se adhirieron.
“El programa nace como un estímulo a aquel que trabaja de una manera distinta. Lo lanzamos en plena inundación, allá por el 2016, donde la preocupación mayor era cómo cuidar los recursos naturales. Sin agua y sin suelo es muy difícil producir”, dijo a Bichos de Campo Sergio Busso, ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba.
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Quienes deciden sumarse deben presentar proyecciones sobre lo que podría lograse en el campo y, mediante un sistema de puntos, pueden obtener un premio estímulo y una certificación que indique que su producción cumple las normas de BPA. A esos beneficios se le suma también un descuento del 5% en el impuesto Inmobiliario Rural.
Sólo en 2020 participaron alrededor de 3400 productores y 80 de ellos fueron premiados durante la última Fiesta Nacional del Trigo, realizada semanas atrás en Leones. El programa no hace distinciones por tipo de producción (puede ser ganadería o agricultura más o menos intensiva) ni entre productores chicos, medianos o grandes. Para este año ya tiene asignado un presupuesto de 250 millones de pesos.
“Al productor hay que reconocerlo, protegerlo y, si es posible, estimularlo. Él pone en su campo el cartel de BPA y hacia afuera está diciendo que ahí hay un productor que hace bien las cosas y que lo que hace tiene valor agregado, porque es una certificación que el mundo está requiriendo”, aseguró Busso.
Gustavo Barletta, un productor cordobés de la localidad de Marco Juárez que recibió un premio en la última edición, indicó a Bichos de Campo que el programa no se realiza por una mera cuestión económica, sino para lograr mejorar la sostenibilidad de la actividad.
“No es matemática. Todo va pasando y la naturaleza nos va enseñando. En mi caso hacemos rotación de cultivos, análisis de suelos, fertilización y tenemos ganadería. Eso me da puntos y con los ingenieros voy haciendo los análisis correspondientes. Vemos qué agregarle al suelo para que produzca más y se conserve en el tiempo”, comentó. El productor cordobés agregó que es necesario repensar a la agricultura no como una producción anual, sino como un proceso que se extiende durante décadas.
Por su parte, Walter Bonci, un productor de Leones, también premiado durante la última Fiesta Nacional del Trigo, afirmó a este medio que el estímulo económico sirve de incentivo para que todos quieran producir mejor año a año y aplicar progresivamente más BPA.
“Durante todo el invierno presentas lo que vas haciendo y lo que proyectás. En nuestro caso es un campo mixto donde hacemos agricultura, ganadería, cabañas, etcétera. Es satisfactoria y me gusta porque te incentiva a superarte año tres año”, dijo.
“El programa sigue creciendo. Es muy federal también, hay productores de todos los municipios de la provincia que han validado este programa”, concluyó el ministro Busso.