En Córdoba, una de las principales provincias maiceras del país, se espera por estas semanas la definición de qué porcentaje del área destinada a ese cultivo pasará a ser de soja, como resultado del impacto que produjo la chicharrita durante la última campaña.
Marcos Blanda, secretario de Agricultura de esa provincia, no teme por una reducción en la superficie sembrada por maíz y, por el contrario, cree que los productores saben lo que hacen.
“En Córdoba, el productor agropecuario es un productor que sabe tomar decisiones, que sabe adquirir tecnología, sabe analizar, sabe buscar información. Y entendemos que hoy tenemos los niveles productivos que tenemos en la provincia porque el productor ha entendido ciertas dinámicas de poder acomodarse. En eso la rotación es vital para él, para el cuidado del recurso”, dijo el funcionario en una charla con Bichos de Campo.
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“Claramente va a pasar un área de maíz a soja o de maíz a sorgo. Todavía no sabemos los porcentajes. Lo que sí cambió es el momento de tomar decisiones. Hoy se están esperando las lluvias y la recarga de perfiles. A partir de eso, se verá si es siembra temprana o siembra tardía. Y en ese sentido el productor, en vez de hacer la precampaña, está esperando en tomar la decisión”, sostuvo a continuación.
Respecto al temor del sector por la aparición nuevamente del vector del achaparramiento del maíz, que estuvo mayormente presente en el noreste de la provincia, Blanda señaló: “El miedo está presente, por supuesto. Está en las consultas y en el monitoreo. Nosotros generamos un espacio de 27 instituciones para dar la información en tres ejes del sistema productivo: clima, vector y hospedero. Hoy estamos en plena campaña del hospedero: evitar el maíz guacho y midiendo el vector”.
El funcionario detalló que en la provincia se trabaja en esto a partir de tres herramientas: “Una es el monitoreo a nivel nacional de la Red de Monitoreo; otra a nivel técnico que son planillas que las trabajamos con Senasa, y otra es un bot donde la comunidad está avisando si hay maíz guacho dentro de un predio, en banquina o en otro lugar, para poder ver si allí hay vector y aumentar y amplificar la información para la toma de decisiones”.
-¿Por qué ante condiciones adversas, ya sea agronómica, política o climáticas, la soja es el refugio?-le preguntamos.
-Por cuestiones de costos de implantación, desarrollo, áreas productivas que se adaptan bien al cultivo, donde tienen una media aceptable por lo menos para cubrir costos, cubrirse el productor o poder esperar momentos de mejor venta. Entendemos que la soja va a crecer, pero también el productor entiende muy bien lo que es la sustentabilidad y lo que es la rotación. Ha trabajado con cultivos de invierno en los lugares en que ha podido para poder irse una soja. Pero en otros lugares va a seguir apostando al maíz o a una gramínea como el sorgo, que va a crecer la superficie. Pero tampoco no hay tanto sorgo para cubrir lo que es el maíz. En Córdoba estamos hablando de 13 millones de hectáreas de maíz el año pasado.
-En insustituible casi.
-Exactamente. Y en zonas donde la incidencia fue menor le va a seguir apostando porque también eso se transforma en carne, en proteína animal, en biocombustible.
-Es la piedra basal de muchas otras actividades.
Exactamente. Entonces vos podés tener alguna merma, podés tener algún riesgo o podés tener toda la información para decir bueno, cuánto apuesto en mi empresa para ese riesgo. En Córdoba entendimos el equilibrio entre leguminosas y gramíneas. Decir que una provincia tiene un equilibrio de 1 a 1 entre leguminosas y gramíneas, es decir que entendimos la rotación y la necesidad de uno y otro. Uno no existe sin el otro.
El área de maíz,en Cordoba,cae,como mínimo un 30%.Por chicharrita y fundamentalmente por la sequía!!!Fin