El gobierno de China volvió a autorizar el ingreso de carne brasileña a su mercado luego de la suspensión de los negocios por la detección un mes atrás de un caso de vaca loca atípico en ese país.
Se daba por descartado que la medida no iba a durar más allá de las cuatro semanas que establece el protocolo, ya que las necesidades de abastecimiento de carne vacuna del gigante asiático son constantes y crecientes. De hecho, este jueves se anunció la habilitación, por parte del gobierno chino, de cuatro nuevas plantas frigoríficas brasileñas, que ahora podrán comenzar a colocar cortes bovinos en el mercado asiático.
Sucede que tras la finalización de la política de “Covid cero”, que se extendió por tres años y que trajo mucho malestar en la población, se produjo un flujo de movimiento de personas gigantesco, especialmente durante el “Año Nuevo” en ese país. Y es que en esa festividad millones de personas se mueven por una vasta región del país con alimentos frescos e incluso animales.
Eso habría desatado nuevos brotes de la peste porcina africana, cuya difusión se venía acotando luego del brote masivo registrado en 2019 y que obligó a liquidar a una gran parte del stock chino de cerdos. Ahora con el rebrote se reanudó la matanza sanitaria de animales para intentar frenar la expansión de la enfermedad, lo que genera una baja en el precio de los cerdos porque los productores porcinos se apuran por vender animales antes de que un eventual brote los obligue a liquidar la totalidad de su plantel.
Si bien no abunda la información oficial en China (y la disponible está ultra intervenida por el gobierno central de esa nación), se está registrando (tal como ocurrió en 2019) una aceleración de las compras de carne bovina sudamericana ante la perspectiva de un “bache” de oferta de proteínas cárnicas en China, que es, vale recordar, la segunda nación más poblada del planeta y su seguridad alimentaria está sustentada en las importaciones.
China representa para la Argentina cerca del 80% de todo lo que exporta. También es el mayor cliente de Brasil y Uruguay. Según las estadísticas del Departamento de Agricultura de E.UU. (USDA), este año China importaría 3,5 millones de toneladas de carne vacuna res con hueso sobre un comercio total global de 12 millones, lo que significa que el 30% del comercio mundial termina en los puertos chinos.
Sus compras crecieron al menos tres veces en los últimos diez años. El cambio en la dieta y en las necesidades de proteína animal son crecientes y con el rebrote de la peste porcina se abre una nueva ventana de oportunidad comercial para las empresas del Cono Sur.