Durante 2018 se produjo en la Argentina un 4,3% más de leche que en el año anterior. Sin embargo, este crecimiento no significó una mejoría para los productores. Por el contrario, dos informes recientes del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) muestran que la mayor oferta de leche se produjo en un contexto donde el promedio de los tambos perdió dinero y donde además siguió avanzando el proceso de concentración de la actividad.
Un trabajo del OCLA basado en cifras oficiales muestra por un lado la estratificación de tambos según su volumen de producción, a diciembre de 2018. De allí surge que un 70% de los establecimientos lecheros pueden ser considerados “chicos”, pues producen menos de 3.000 litros diarios de leche por día. Estos son los datos:
“El proceso de concentración de la producción en tambos más grandes es continuo y se ha acelerado en los últimos años”, admite el trabajo, que de todos modos aclara que el tamaño (litros de producción diaria) “no es sinónimo de productividad y eficiencia”. Es decir, no siempre los chicos pierden dinero ni los más grandes lo ganan siempre.
El OCLA, de todos modos, acepta que “sí podemos ver que la escala de producción permitiría lograr ingresos netos totales (obviamente si estos son positivos) que puedan satisfacer las necesidades de retiro empresarial”.
En ese sentido, puso como ejemplo un tambo de 1.500 litros diarios (son el 51% de los que hay) o sea 45.000 litros mensuales. “En el supuesto caso que logre un Ingreso Neto de 1 peso por litro de leche, sólo obtiene una posibilidad de retiro empresarial de 45.000 pesos mensuales, valor bastante más bajo que el salario bruto industrial del sector en un empleo no calificado”. Por eso la mayoría de los productores está obligado a crecer si quiere sobrevivir.
Pero lamentablemente ni siquiera eso sucede en la actualidad, pues son muy pocos (si acaso hubiera) los productores que logran sacarle 1 peso de Ingreso Neto a la leche que producen.
En este sentido, un segundo trabajo del OCLA reporta que la leche se cobraba en diciembre casi 1 peso por litro menos del dinero que se necesita para cubrir los costos promedio. Este segundo informe del OCLA, sobre valores de referencia, analiza además el poder de compra de la industria versus el precio pagado finalmente al productor.
En el gráfico se observa algo dramático pero real: la capacidad de pago promedio de la industria (línea roja) no cubre los costos totales de los tamberos (línea azul), que a la vez reciben un precio promedio que no siempre llega a cubrir su costo.
El informe del OCLA expone que “a pesar que muchos consideran altos los precios de los productos lácteos en el mercado interno y que hay un tipo de cambio favorable para el mercado externo, ninguna de ambas condiciones es suficiente” para equiparar el nivel de costos que debe afrontar un tambo para producir la leche fluida.
Otro rasgo interesante del primer informe que calcula la producción promedio por tambo para el año 2018 estaría en el orden de los 2.690 litros de producción diaria de leche. Esto es mayor concentración, ya que ese mismo dato un año antes era de 2.442 litros diarios.
A pesar de que el 70% de los tambos argentinos podrían considerarse “chicos” porque no ofrecen tasas de retorno adecuadas para sus dueños, el tambo argentino promedio “se encuentra dentro de los valores de producción más altos a nivel mundial, según el World Dairy Situation de la FIL (Federación Internacional de Lechería)”.
Con datos a 2017, el ránking muestra que los tambos promedio en otros países son sensiblemente menores a los locales. Como ejemplos: España 1.294, Alemania 1.320, Francia 1.166, Holanda 2.204, USA 6.467, Canadá 2.394, Nueva Zelanda 4.891, Australia 4.558, Uruguay 1.610, Chile 1.531 y Brasil alrededor de 100 litros.
Es lo que aseguró en una entrevista con Bichos de Campo el consultor lácteo Hugo Quattrochi, quien decía que “la escala no es garantía de competitividad ni en la Argentina ni en ningún otro lugar del mundo. Para que te vaya bien o mal no tenés necesariamente que tener una gran escala”.
El OCLA destaca dos extremos en la cadena: por un lado, los tambos de menos de 2.000 litros diarios de leche que representan el 51,9% de las unidades productivas, y que aportan el 18,2% de la leche total, y por otro lado, los tambos de más de 10.000 litros diarios, que son sólo el 3,3% del total, y que aportan un volumen mayor de leche, el 19,6%.
En definitiva, los 357 tambos más grandes que producen un promedio de 16.110 litros diarios en promedio, aportan la misma cantidad de leche que los 5.734 tambos que están en menos de 2.500 litros diarios, haciendo una media de 1.003 litros por tambo y por día.
Muy buen trabajo de compaginación de varios artículos de OCLA. Gracias por considerar nuestra información y estamos a disposición. Saludos.