Un informe del Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario) pone letras frías a lo que ya es casi un secreto a voces en la industria frigorífica: Luego de haber logrado normalizar su situación el año pasado, esta temporada 2019/20 la Argentina volvería a incumplir con los envíos de la Cuota Hilton, la cotizada porción del mercado que habilita Europa para los cortes bovinos selectos.
Al 30 de junio, fecha del cierre del ciclo comercial, según este análisis los envíos quedarían menos del 10% por debajo de las 29.500 toneladas del cupo anual, pues no se podrían vender unas 2.000 toneladas.
Esta vez la causa para el incumplimiento -después de que en el ciclo 2018/19 se pudiera hacer por primera vez buena letra- no ha sido Guillermo Moreno ni sus arbitrariedades abriendo y cerrando las exportaciones de carne vacuna (como sucedió en buena parte del anterior gobierno kirchnerista). Tampoco de debe a la obligación del Senasa para rematricular todos los campos habilitados para exportar novillos a la Unión Europea (UE), una lama decisión que fue prorrogada. El problema fue el maldito coronavirus, que redujo a una mínima expresión las compras de carne de Europa.
“A casi dos meses de haberse registrado las primeras señales de disrupción de compras del mercado europeo, las perspectivas de recuperación aun no resultan claras. Si bien es cierto que, a excepción de una sola semana en la cual directamente no se registraron certificaciones –del 18 al 24 de marzo-, el volumen semanal continuó moviéndose y el total certificado durante el mes de abril cayó a menos de la mitad de lo registrado el año pasado”, relató el informe del Rosgan, que da cuenta de esta caída.
Esta retracción de las compras llegó acompañada de una rebaja de los precios, que en general son impuestos por los importadores. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura correspondientes a la semana 44 (del 22 al 28 de abril) el valor promedio de la Hilton fue de 10.282 dólares por tonelada, un 15% inferior al de la semana previa y un 6,5% más bajo que el registrado a igual fecha del año pasado.
Informó el Rosgan que “ante esta situación y aún sin claras perspectivas de
cuánto tiempo demandará su recomposición, varios industriales optan por frenar sus ventas evitando convalidar los valores actuales”.
En este escenario está más que claro que muchos países ganaderos, y no solo la Argentina, incumplirán con los envíos previstos esta temporada. En realidad, en el promedio del cupo arancelario, al 31 de marzo el nivel de cumplimiento de todo el contingente ascendía al 56%. Y la Argentina era la mejor parada.
“Dentro del grupo de países habilitados a ingresar bajo esta cuota, Argentina presenta el mayor nivel de ejecución con el 83% de las 29.500 toneladas asignadas, seguido por Uruguay con el 63% y Australia con el 38% de cumplimiento. Es decir, que respecto de los otros orígenes, Argentina exhibe un nivel de ejecución de entre 20 y 40 puntos superior, lo que la posiciona sin dudas en una situación muy diferente al resto de los países”.
¿Pero podrá cumplir?
Según los cálculos del Rosgan, sumando los datos del mes de abril, “Argentina lleva certificado un total de 25.350 toneladas que arrojan un nivel de ejecución cercano al 86% del cupo total, solo 5 puntos porcentuales por debajo del año pasado, cuando -por primera vez en diez años- el país lograba un nivel de cumplimiento pleno”.
Para este grupo de analistas, está más que claro que será difícil volver a cumplir con todo el cupo. “Sin posibilidades concretas de extensión del plazo
de cumplimiento –pedido que a Uruguay ya le fue rechazado- el ciclo 2019/30 finaliza el próximo 30 de junio, es decir, en dos meses. Asumiendo que el ritmo de certificaciones se mantiene estabilizado en torno a las 1.000 toneladas mensuales, a fin de junio estaríamos arribando con un saldo pendiente de ejecución de aproximadamente 2.000 toneladas”, evaluaron.
“A valores de 10.000 dólares, implicarían una pérdida de ingresos por 20 millones de dólares”, se añadió.