Fiel a sus ideas y consciente de su rol como presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), este miércoles durante el congreso de Maizar 2024 en Buenos Aires, Carlos Achetoni reclamaba al gobierno de Javier Milei medidas concretas a favor de las economías regionales y los pequeños productores agropecuarios.
En una entrevista con Bichos de Campo, Achetoni -que falleció esta madrugada en un accidente de tránsito cuando volvía a su finca en Mendoza- además reivindicaba la necesidad de fortalecer la Mesa de Enlace como herramienta para construir políticas activas a favor del sector, tomando distancia de las internas que por estos días involucraban a dirigentes del resto de las entidades rurales.
Esta es la entrevista:
-La Federación Agraria Argentina ya ha comenzado a lanzar reuniones de productores. No sé si es un síntoma de impaciencia con el gobierno o de malestar, pero cuando la Federación Agraria empieza a hacer asambleas es que algo de ruido trae..
-Al representar al pequeño y mediano productor, cualquier situación que esté complicada seguramente que será más complicada y hay que estar poniéndole sintonía fina a esa situación. Coincide con lo que todos los años hacemos, que es hacer asambleas de distrito que coinciden con lo electoral, con la vida institucional. Pero siempre de ahí sale el insumo básico para hacer la gestión gremial del año.
-¿Y qué están viendo?
-Obviamente es un año tan cambiante, porque es otro tipo de política, porque hay cosas que quizás estaban muy mal antes. Pero no es hacer todo lo contrario para que estén bien ahora, tenemos que buscar ese equilibrio. Como pequeños productores queremos alguna normas y reglas, y alguna escalabilidad y progresividad tenemos que tener para poder jugar en un mismo terreno.
-Vos que hablás con los pequeños y medianos productores que quedan en pie, que por suerte quedan algunos, ¿sabés si están contentos con los cambios que se están produciendo?
-Hay una ambivalencia entre la necesidad, entre el deseo y la urgencia. O sea, hay dos situaciones para separar. En la Pampa Húmeda el productor está un poco mejor. Obviamente que el año pasado (con la dura sequía) fue tan malo que este año cualquier cosa es mejor. Pero además, este reacomodamiento que hubo de insumos y de valores más altos internacionales del trigo, han generado una situación distinta. En el maíz sabemos que donde afectó la chicharrita les cambió los parámetros que tenían proyectado, pero la soja medianamente está dando algún número positivo. Pero en las economías regionales la situación es distinta porque son productos que por lo general tienen una fuerte incidencia de consumo interno, y donde no se puede convalidar precios altos. Entonces eso significa trabajar casi sin rentabilidad o con rentabilidad negativa y con insumos altos.
-Claro, se complica porque muchas economías regionales venden al mercado interno y allí la demanda está cayendo fuerte.
-Tenés dos aspectos que son negativos. Por un lado el consumo, que obviamente al no haber capacidad va cayendo, no convalida precios. Entonces no podés albergar posibilidades de rentabilidad. Y por otro lado, las medidas de traer productos importados, para lograr una baja de precios. Sí bajan en la góndola, pero para nosotros significa que nos paguen menos todavía, sin corregir la distorsión que siempre hubo entre el productor y el consumidor.
-Las economías regionales o incluso la carne o la lechería, que no son tan regionales, siempre requieren de políticas activas. ¿Hay diálogo con el gobierno respecto de medidas?
-Hay diálogo, pero todavía no le encontramos la vuelta de que haya medidas más específicas sobre los sectores, o sea que haya una progresividad de trato que aporte condiciones. No hay un precio de referencia. Y cuando no hay precios de referencia, estás propenso a los abusos del poder dominante de de la industrialización o la comercialización, y más cuando estás hablando de productos que son por lo general de economías regionales, perecederos. No es lo mismo guardar un silo de soja que guardar peras, manzanas o duraznos. Es distinto o hay que hacer una transformación de productos que por lo general ya no está en manos del productor. Entonces ahí hay situaciones en las que si bien el Estado no puede estar regulando, sí puede ir generando algunas condiciones básicas para que no haya tanta distorsión en la cadena.
-En ese sentido, ¿por ahora con Milei esa es una política ausente?
-Sí. Es una cosa que estamos hablando, que no entendemos. No hay ningún tipo de de visión ni de política en ese sentido. No solo en esto (de las economías regionales) sino que también en en agricultura familiar. Queremos que el gobierno entienda que debe tener un espacio, ¿no? O sea, hay que entender a la agricultura familiar no como un plan social sino como una escala de producción, porque si le dan las condiciones es sustentable y puede generar mucha movilidad ascendente en los pueblos del interior.
-El otro día hubo una manifestación de productores de filiales de Federación Agraria en el Chaco. ¿Eso es un síntoma de que no todo está bien tampoco en los granos, en la agricultura?
-Convengamos que hay zonas que vienen de tres años de perder la cosecha y las realidades son diferentes. Ellos (por las filiales chaqueñas) estaban en una charla con el gobierno provincial, y la conducción nacional de FAA no puede limitar la acción de las filiales. Al contrario, las tiene que acompañar. Por eso fue una movilización de algunas filiales que obviamente venían con alto endeudamiento, con bajos rendimientos este año, porque la sequía en algunos lugares este año siguió teniendo consecuencias. Entonces por eso salieron a manifestar.
-En ese tipo de cosas el Estado parece un gran ausente. Mi sensación es que no se hacen cargo. Dicen que hay que resolver la macroeconomía y no se ocupan de cuestiones puntuales, como los resabios que dejó la sequía o de las economías regionales.
-La cirugía fina todavía no llega a ningún lado. Lamentablemente cada uno cuida su quinta chica. El Estado Nacional argumenta el déficit cero y el equilibrio en las cuentas con las provincias. Y entonces no tenés de donde generar una ayuda para productores que están en una situación muy difícil. En estos días hemos tenido una protesta en Formosa, porque la provincia no declara la emergencia y obviamente hay productores que que han estado en emergencia. Entonces hay una multiplicidad de situaciones. Por ejemplo los yerbateros.
-Claro, en Misiones no saben como sigue la regulación de los precios de la yerba mate…
-Hay un síntoma de que no todo es regulación ni todo libre mercado. Ahí los productores están manifestando en distinto grado, porque hay algunos de más escala que ven que pueden tener poder de negociación. Pero muchos pequeños productores, tanto de Corrientes como de Misiones, quieren que se siente a instalar un precio mínimo como se hacía antes y también que no haya una invasión de mercadería de afuera, que les condiciona el precio de su producción como sucede ahora.
-¿Y se terminó la mesa de enlace? Ya no hay un monstruo que los junte como era el kirchnerismo. Evidentemente esa presencia justificaba que los matices entre entidades se dejaran de lado, para poder reaccionar y defenderse. Ahora hay entidades que tienen mucha sintonía con el gobierno y otras que -como Federación Agraria- quedan al margen, esperando que se resuelva la macro. Hay un clima de diáspora.
-Creo que siempre tuvimos nuestras miradas, quizás diferente en algunos aspectos, pero siempre tratamos de confluir en los grandes trazos entre las cuatro entidades. Si se terminara o se diluyera, seguramente entonces estaríamos dando la razón a quienes decían que no sirvió para nada.
-O a aquellos que decían que solo servía para resistir, pero que en la Mesa de Enlace nunca tienen iniciativa constructiva.
-Eso es lo que quiero decir, que hoy por hoy es cuando más fuerte tiene que estar, para hacer esa propuesta. No solo para estar en la protesta o en la resistencia, sino para proponer y para generar la dinámica que nosotros vemos podemos llegar a tener. Hoy por hoy no se han dado todavía esa dinámica, esas condiciones. Pero no veo por qué tendríamos que estar divididos, separados.
-En este es el momento, el gobierno se hace el el oso y no responde a demandas concretas. Hay mil cosas pendientes dando vueltas. ¿Es el momento de estar juntos para marcar esa agenda?
-Claro, para que no cometamos el mismo error. En el 2008 nos juntamos todos, luchamos contra la Resolución 125, logramos que no las impusieran, pero no logramos que nos sacaron las retenciones. Hoy, en los primeros días de este gobierno, logramos que no nos aumentaran al 15% de retenciones al conjunto de las producciones, pero no logramos que nos saquen las retenciones. No veo por qué no tenemos que seguir trabajar todos juntos. Obviamente hay aspectos diferentes y cada uno tendrá que tratar de insertar lo que necesita para equilibrar las cargas. Pero hay que proponerle un paquete al gobierno, en un planteo claro de propuesta para que no se diluya la potencialidad que tiene el sector, porque si no siempre se acuerdan de que el campo es muy fuerte a la hora de ser un aportante, pero no se acuerdan de darnos la herramienta para que seamos aún más potentes.
-O sea que por la Federación Agraria que haya Mesa de Enlace para rato…
-Yo tengo esa amplitud. Creo que debemos estar todos, junto con las otras entidades, discutiendo y teniendo esa confluencia de ideas que a veces no son las que uno quiere o las que el otro extremo quiere. Y también tengo la amplitud de que también hay que discutir mucho con las otras organizaciones de la agricultura familiar. Y todo para lograr un contexto en el que todos puedan desarrollarse en una Argentina que tiene que ser diversa, que tiene que dar lugar a todos y que no tiene que ser solamente para productores de gran escala.