Como epicentro de la producción nacional de maíz, Córdoba es, hoy por hoy, uno de los lugares desde donde más se insiste en la propuesta de transformar granos en proteína animal, como carne, leche o huevos. Lo demuestra incluso el hecho de que allí organizaron, por primera vez, un congreso forrajero, dedicado exclusivamente a la actividad que hace a esa conversión.
Lógicamente, la Secretaría de Ganadería provincial está muy interesada en esa política, que, presumen, permite agregar mucho más valor y generar más empleo que la venta de los granos. Por eso es que Bichos de Campo, a propósito de la cita que congregó a los forrajeros en la capital provincial, entrevistó a quien está al frente de esa cartera, Marcelo Calle.
“Los cordobeses decimos que al puerto no deberíamos llegar sobre ruedas, en camiones de granos, sino caminando con animales”, metaforiza el funcionario, que es igualmente consciente de que el proyecto provincial no es una propuesta revolucionaria, sino una decisión de dar apoyo a esa transformación.
Ese “apoyo” se traduce en condiciones para poder producir, desde la infraestructura hasta lo tributario. En efecto, de nada sirve insistir para que crezca la producción de leche si luego esos camiones no pueden salir de los tambos por el mal estado de los caminos, por ejemplo. Las cuestiones macro corren en paralelo a las limitaciones que -eventualmente- puede haber tranqueras adentro.
“Todo el mundo tiene la misma intención, pero si no se hace algo para que el producto pueda trabajar, difícilmente se logre”, expresó Calle.
Mirá la entrevista completa:
En paralelo, lo que demuestra el Congreso de Forrajeros llevado a cabo en Córdoba es que también es clave poner el ojo en la otra punta de la cadena. A fin de cuentas, si lo que se quiere es convertir granos en proteína animal, no importa sólo el dueño del tambo, el feedlot o la granja, sino también el agricultor.
“La cadena empieza acá, porque si esta gente no cosecha, no pica y no ensila, no tenemos la producción de carne ni de leche”, aseguró el secretario.
En su doble rol de funcionario y veterinario de profesión, Calle puede completar el panorama del sector. Como político, señala que la clave es que haya previsibilidad para poder proyectar y crédito para invertir. Pero, como veterinario, celebra que la transformación productiva de la ganadería ponga el foco en la alimentación.
“Todos los productores quieren ganar dinero, y para eso hay que controlar las variables. Proveer el alimento de forma controlada es una de ellas”, señaló.