Silvio Montenegro es productor de las zonas de Sargento Cabral y Chabás, en el sur de Santa Fe, y está preocupado y angustiado por los hechos de inseguridad en el campo.
“No somos felices produciendo”, expresó con toda crudeza a Bichos de Campo.
Perteneciente al movimiento de autoconvocados, Montenegro es agricultopr y ganadero. Por lo tanto sabe tener paciencia. “En ganadería los procesos son largos. Yo creo que estamos peor que en 2008, porque la sensación de inseguridad en el campo es terrible. En el medio, lo único que generan las marchas y contramarchas es angustia. Vivimos angustiados. No trabajamos cómodos”, disparó.
Esta mezcla de angustia y desprotección ya tuvo consecuencias directa sobre su explotación. “En uno de los campos decidí sacar mi hacienda, porque siento que no puedo estar en varios lados a la vez”, comentó. Y explicó: “En el campo de Chabás tenía un esquema de rotación agrícola-ganadero, pero preferí concentrarme con toda la ganadería ahí, para hacer agricultura en el de Cabral”.
Mirá la entrevista completa realizada a Silvio Montenegro:
Una de las razones es que, en el medio rural, cuesta conseguir gente que quiera trabajar y quedarse a vivir en el campo. “Estuve 25 años para hacer un buen equipo de trabajo y desde que en 2011 un accidente de tránsito se llevó a una muy buena persona, no pude reponerla. La gente cree que vos los ponés a vivir en el campo para que te cuiden la casa, pero ese es también su lugar de trabajo. No es que están de vacaciones y que solo cuidan la casa”, agregó.
Montenegro relató que luego trabajó de modo individual por dos años. “En ese momento tenía 500 animales en engorde, hasta que tuve un infarto, Luego me quebré cuatro costillas podando una planta, en un accidente. Hoy tengo 60 años, y más no voy a poder hacer. Ahora tratamos de buscar la seguridad para vivir mejor y no tan sobresaltados”, confesó.
En tiempos del conflicto de 2008 entre el campo y el gobierno de Cristina Kirchner, el sur santafesino fue de las zonas más calientes de la protesta.
Por esa época, Montenegro comenzaba su participación en los piquetes. “Mi inicio fue en el piquete de Santa Teresa, donde sólo éramos 7 u 8 productores. Pero yo estuve todos los días en el piquete, hasta el día anterior de la votación en el Congreso. Y al igual que muchos, siento que ahora seguimos con este problema”, admitió.
“Estamos mucho peor ahora que antes, porque la sensación de inseguridad en el campo es terrible. Me acaban de llegar imágenes de un tambo pegado a Villa María, Córdoba, donde abrieron 5 bolsones de maíz húmedo que era para las vacas. Todo esto genera angustia personal, miedo, bronca y odio”, remarcó.
Montenegro recordó un comunicado que emitió el movimiento de productores autoconvocados, titulado ´Vandalismo o sabotaje´.
“Le pusimos ´vandalismo´ porque el ministro de Agricultura (por Luis Basterra) habló de actos vandálicos que se perpetuaban en contra del sector agropecuario, pero en realidad son de sabotaje”.
Sobre los atacantes de esos silobolsas, juzgó: “Son felices expropiando lo ajeno. No tienen ningún beneficio personal, pero hay gente que influye sobre esas personas, mintiéndoles y entonces termina siendo un sabotaje, porque buscan que el productor entregue antes y no guarde granos en silobolsas”, analizó.
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“Es lo que pasó en 2008, cuando una de las reformas que se hicieron para que los productores entregaran antes era diciéndoles que devolverían 5 puntos de las retenciones si vendían antes del 30 de octubre. O lo que pasó después cuando no permitían actualizar los montos de la tarjeta Agro Nación a aquellos que tuvieran existencias de soja. O lo que pasa ahora, en donde no permiten tener créditos a tasa subsiadada del 24% a los que tengan más del 5% de la cosecha. Todo eso para que entreguemos antes”, agregó.
El asunto, según Montenegro, es que “no estamos como a finales de los ´90 cuando Argentina producía 30 millones de toneladas. Estamos con 147 millones de toneladas, y no existen instalaciones físicas adecuadas para que podamos depositar la cosecha en silos”.
“El problema que tendrán todos estos tipos que nos están haciendo un daño terrible es que el trigo se va a terminar en febrero porque no habrá dónde alojarlo, o directamente se irá afuera. La provisión de trigo desde marzo a diciembre, para empalmarlo con la próxima cosecha, será imposible, y lo mismo sucederá con el maíz, con lo cual los platos rotos terminarán pagándolos los polleros y los fabricantes de alimentos balanceados”.
“Todo esto me hace pensar que es una mente diabólica la que está detrás de todo esto. No saben, y como no saben, no les importa las consecuencias. Obra intuitivamente y mal, sin pensar”, manifestó Montenegro.
-¿Harías lo mismo que en aquel 2008, de estar tantos meses pendiente de esta lucha y pulseada?
-Y si no es así, ¿cuál sería la alternativa? ¿Dejar todo? ¿A quién se lo dejo?¿Irme a mi casa? ¿Por cuánto tiempo? ¿Y vivir de qué manera? ¿Irme del país? No sabés la cantidad de veces que lo he pensado. Me pongo a pensar, por ejemplo, en lo que les pasa a muchos venezolanos que se fueron de su país, y pienso si no me va a pasar a mi el día de mañana. Los pibes se van, rajan, y quedamos los viejos de 60 a 80 años en un país que nos cerró las puertas a todos. Y nosotros no nos fuimos; entonces tenemos a nuestros hijos afuera, y nosotros nos quedamos acá, envejeciendo.
-¿Y cómo salimos de esta trampa?
-La única forma es empezando a pensar y a hablar con el otro, no a pelear con el otro. Ponernos de acuerdo. No puede ser que este país en 70 años no se pueda poner de acuerdo en nada. Hay que empezar a pensar que el otro puede tener razón, y tenemos que escucharlo. Hablar con el otro, y pensar que el otro tiene que ser escuchado y de los dos sacar conclusiones. No puede ser que sigamos pensando que el otro piensa así porque me quiere ver mal. Hay que hacer un país en serio y generar políticas de Estado. El sector que más fracasó en los treinta y pico años de democracia es el sector político. Venimos de generaciones donde los hijos heredan un país cada vez peor que el de los padres.
-Si tuvieras la posibilidad de hablar con Alberto Fernández, ¿Qué le aconsejarías que haga en esta situación?
-Le diría que trate de no separar, que trate de unir a la oposición con el oficialismo, que se creen políticas de Estado para dentro de 30 o 40 años; que dejemos de hacer estos picos donde vemos que no avanzamos nada. Que tengamos un norte.