El primer mes de vigencia del régimen de rebaja temporaria de derechos de exportación logró impulsar las declaraciones de embarques de soja, pero no despertó mayor entusiasmo entre los productores.
La reducción en la carga impositiva se tradujo en un aumento en la capacidad de pago de los agroexportadores, lo que generó mejoras en los precios locales de los granos.
Tomando como referencia los datos de la plataforma Sio Granos, la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que desde la oficialización de la medida el volumen promedio negociado semanalmente de trigo, soja y maíz (considerando operaciones a precio hecho y a fijar) fue de 1,98 millones de toneladas, un 8,5% más que en el promedio de las diez semanas previas.
En trigo, el volumen semanal cayó un 30% con respecto al promedio anterior a la reducción de las retenciones, de cerca de 460.000 a 320.000 toneladas.
La operatoria por maíz, en cambio, tuvo un crecimiento del 13,6% en el volumen semanal promedio, pasando de 795.000 a 905.000 toneladas. El crecimiento registrado en el último mes se explica en gran medida por la suba progresiva del precio del cereal en el mercado internacional.
La soja fue el producto que mejor logró aprovechar los beneficios del régimen porque el volumen promedio semanal de operaciones creció un 32% luego de que entró en vigor la medida respecto de las diez semanas previas al pasar de poco más de 575.000 toneladas a más de 760.000. A su vez, se incrementó la proporción de negocios con precio hecho, que saltó del 53 al 59%, como consecuencia de los precios más atractivos para los oferentes.
De todas maneras, cuando se amplia la escala temporal del análisis se factible advertir que la comercialización de soja –que venía muy retrasada– sigue por debajo de los niveles propios de una situación normal.
La buena noticia para el gobierno nacional es que el régimen sí logró incentivar de manera significativa la registración de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), las cuales fueron de 7,6 millones de toneladas de toneladas desde la vigencia del régimen.
El producto de mayor destaque fue la harina de soja, con un volumen total de 2,37 millones de toneladas, con prácticamente su totalidad con fecha de embarque en la vigente campaña 2023/24, que finaliza al cierre de marzo próximo. También se destacó el aceite de soja con cerca de 620.000 toneladas y el poroto de soja con 330.000 toneladas, aunque en este último caso con operaciones correspondientes a la campaña 2024/25 que comienza en abril próximo.
En términos de valor, considerando los valores FOB oficiales a cada día de declaración y para cada fecha de embarque correspondiente, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que las DJVE registradas en el primer mes de vigencia de la medida acumulan 2535,5 millones de dólares, de las cuales un 60% corresponden al complejo sojero.
El régimen, vigente desde el pasado 27 de enero, rebajó la alícuota vigente sobre el poroto de soja de 33% al 26%, mientras que la correspondiente al aceite y la harina de soja pasó del 31% al 24,5%. El impuesto para las exportaciones del maíz y el trigo fueron reducidas del 12% al 9,5%, lo mismo que en los casos del sorgo y la cebada. En el caso del girasol, el derecho de exportación de la semilla y del aceite fueron rebajados del 7% a al 5,5%, mientras que para los pellets retrocedió del 5% al 4%.
El plazo máximo para liquidar divisas desde el momento de cumplido el embarque de granos, harinas proteicas y aceites vegetales es de 30 días, según la normativa vigente. El régimen de rebaja temporaria de derechos de exportación, que expira el próximo 30 de junio, requiere que, para aplicar la rebaja de la alícuota del impuesto, los agroexportadores abonen el 95% de las divisas de la venta en un plazo de hasta 15 días posterior al registro de la operación, lo que representa una exigencia financiera para las compañías porque deben ingresar las divisas antes de cobrar el embarque, para lo cual deben recurrir a fondos propios o créditos.
Alerta comercial: Los fondos agrícolas dejaron de construir “apuestas” alcistas en maíz
El crecimiento de las exportaciones por mayor liquidación de soja, no sucede solo por la rebaja temporal de las retenciones, sino porque se vislumbra una cosecha normal y, entonces, hay que empezar a desprenderse de los bolsones con mercadería vieja.