Un clásico: unas 48 horas antes de la apertura de la Exposición Rural de Palermo empiezan a llegar al predio los reproductores que serán expuestos y concursarán durante la principal cita ganadera de la Argentina. El ingreso del primer animal es una buena excusa para calentar los motores. En esta ocasión el ejemplar más madrugador se llama “Don Pablo”.
La foto de este Angus llegando a Palermo más temprano que el resto podría servir para hacer una propaganda para la empresa de colectivos de larga distancia Vía Bariloche. “Siempre llega antes”, debería rezar el slogan. Es que este Angus de 1 año y 9 meses, con un peso de 930 kilogramos, pertenece a una cabaña de la familia Trappa, que no es otra que la dueña de ese empresa de transportes.
“Durante años la familia Trappa soñó con iniciarse en la actividad rural. Luego de haber recorrido innumerable cantidad de veces el caldenar pampeano estuvieron totalmente convencidos que esa era la región adecuada para desarrollar su negocio ganadero. Por esta razón en el año 2003 adquieren la Estancia Maraco Chico, situada 30 kilómetros al sudoeste de General Acha. Así nacen Cabaña Curacó y Centro Genético Curacó, dos ambiciosos proyectos que hoy son parte de la evolución ganadera en Argentina”. Esta es la breve historia oficial de la incursión de los dueños de Vía Bariloche en la ganadería. La cuentan ellos mismos en la página web de su cabaña.
El ejemplar fue llamado Don Pablo en homenaje al padre del cabañero, Ramón Gallarini. Los Angus suelen ser la raza más numerosa de las que se juran en Palermo. También una de las asociaciones ganaderas que muestran con mayor frecuencia un fenómeno novedoso en la ganadería local: no todos los Grandes Campeones provienen de cabañas pertenecientes a las viejas familias patricias sino que es cada vez más frecuente que empresarios que hicieron fortuna en otros sectores económicos monten su propia cabaña e incursionen en Palermo.
El actual presidente de Angus, Alfredo Guzmán, es el mejor ejemplo de los nuevos ganaderos: proviene de la compañía Celusal.
La cabaña Curacó, cerca de General Acha, cuenta con un rodeo de 7.000 madres Arberdeen Angus, 80% negro y 20% colorado. Cuenta con un centro genético modelo donde se producen semen y embriones, que cuenta con permisos del Senasa para exportar. La estancia que la alberga, Maraco Chico, está ubicada sobre la ruta 11 y tiene una superficie total de 7.500 hectáreas.
Los remates de esta cabaña ya se han vuelto una cita importante del calendario ganadero pampeano, a tal punto que allí se registro en octubre de 2016 una foto con una historia detrás. Muestra al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y al gobernador de La Pampa, que se encontraron allí en medio de una confrontación pública entre ambos por las restricciones al asado de esa provincia al sur de la barrera sanitaria de la Patagonia.