Moolec Science, una empresa de “agricultura molecular” liderada por el argentino Gastón Paladini y con operaciones en tres continentes, adquirió ValoraSoy, una firma argentina –localizada en la provincia de Córdoba– dedicada a la elaboración y exportación de proteína texturizadas de soja.
El acuerdo realizado entre Paladini, CEO de Moolec, y la familia Ricca, propietaria de ValoraSoy, contempla adquirir el 100% de la empresa a cambio de 6,0 millones de dólares, de los cuales 2,5 millones se abonarán en efectivo y el resto con acciones de Moolec en un período de tres años.
“Moolec está desarrollando las proteínas vegetales del futuro mediante el uso de cultivos ricos en proteínas altamente eficientes, en este caso la soja, para producir una amplia variedad de proteínas que se encuentran de forma natural en los animales”, aseguró Henk Hoogenkamp, cofundador de Moolec, por medio de un comunicado.
“Al combinar estos cultivos con las capacidades de ValoraSoy podremos acelerar el despliegue de nuestra tecnología, pero también apuntar específicamente a ciertas soluciones industriales al incorporar requerimientos en tiempo real de clientes en todo el mundo”, añadió.
La “agricultura molecular” emplea a los vegetales como biorreactores por medio del diseño de plantas modificadas genéticamente que pueden usarse como “fábricas” biológicas de proteínas a partir de las cuales elaborar sustitutos cárnicos, lácteos y de ovoproductos.
Eso ya lo hizo algunos años atrás Indear, una empresa creada por Bioceres en alianza con el Conicet, que logró diseñar plantas de cártamo que expresan quimosina, una enzima naturalmente presente en estómagos de rumiantes que es usualmente elaborada con bacterias recombinantes (modificadas genéticamente) y que se emplea para la elaboración de quesos. Ese producto (Chymosin SPC) ahora forma parte de la cartera de Moolec.
Adicionalmente, la empresa diseñó una planta de cártamo con un nivel de al menos 40% de ácido gama-linolénico (GLA), cuando otras fuentes vegetales (como la borraja) de ese ácido graso esencial se encuentran entre el 10% y 20%. La liberación ambiental de ese evento acaba de ser aprobado en EE.UU.
Sin embargo, la gran apuesta de Moolec consiste en el desarrollo de una tecnología (POORK+) que permita sintetizar sustitutos de carne porcina a través de plantas de soja modificadas. Eso permitiría –si el desarrollo tiene éxito– elaborar, por ejemplo, hamburguesas con proteínas animales obtenidas de una fuente vegetal en lugar de emplear múltiples ingredientes para fabricar una imitación.
Esa es, precisamente, razón por la cual Moolec adquirió ValoraSoy: para disponer de una fábrica procesadora de sustitutos cárnicos basados en plantas diseñadas como biorreactores.
ValoraSoy cuenta con una capacidad de procesamiento de 10.000 toneladas anuales y dispone de un equipo profesional que permite abastecer a catorce países con proteínas texturizadas de soja, las cuales se emplean como aditivo en la elaboración de hamburguesas y salchichas, entre otros productos cárnicos. Además, cuenta con su propia marca de texturizados de soja (Soyalitas).
“ValoraSoy seguirá siendo dirigida por la familia Ricca en conjunto con Moolec, conservando nuestros valores y con el mismo espíritu, pero con mayor visión y proyección global. Este acuerdo representa un salto cuantitativo y cualitativo para nosotros, al brindarnos la oportunidad de contribuir en el escalamiento de una tecnología pionera y disruptiva para la industria de alimentos”, afirmó Alfredo Ricca, presidente de la empresa cordobesa, por medio de un comunicado.
Moolec surgió a partir de una escisión de Bioceres Group, corporación biotecnológica que controla a la empresa junto con Union Group Ventures Limited, una compañía con sede en las Islas Vírgenes Británicas.
Recientemente comenzó a cotizar en el mercado estadounidense Nasdaq y su capitalización de mercado se encuentra en torno a los 150 millones de dólares.
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