El girasol va camino a ser el cultivo “estrella” de la campaña argentina 2022/23 y muy probablemente será el que experimente el mayor crecimiento de superficie.
Las razones no son un secreto: los precios internacionales del aceite de girasol están muy firmes y se trata de un producto que, en términos relativos, tiene una baja carga impositiva con un derecho de exportación del 7,0% del valor FOB.
“Europa, con la salida de Ucrania, estaba apostando por un aumento de la producción interna de girasol, pero eso no sucederá porque están atravesando una sequía terrible”, explicó Agustín Baqué, analista de mercados granarios y asesor en comercialización agrícola, en diálogo con Bichos de Campo.
“Ucrania, que era hasta comienzos de este año el principal exportador mundial de aceite de girasol, sigue fuera de juego y el mundo espera que en la próxima campaña Argentina pueda aportar al menos una producción de 4,0 millones de toneladas para cubrir el bache de oferta”, añadió.
La única limitación para el cultivo es que en el mercado interno no hay cantidad suficiente de híbridos de girasol, dado que la producción de los mismos resultó perjudicada por problemas climáticos.
El potencial del negocio no solamente abarca al girasol común, sino especialmente a las variedades alto oleico, cuyo aceite está muy firme en el mercado internacional, aunque lamentablemente la disponibilidad interna de híbridos de esa especialidad es muy limitada.
“Si la guerra entre Ucrania y Rusia se extiende en el tiempo, es muy factible que se presenten las condiciones para que podamos volver a ver nuevamente precios máximos históricos para el girasol porque la disponibilidad del producto sigue muy acotada”, proyectó el analista.
Esta semana, según registros de Sio Granos, se negociaron forwards de girasol convencional 2022/23 en un rango base de 430 a 500 u$s/tonelada, al cual debe adicionársele la bonificación, que ronda, según el caso, entre 30 y 50 u$s/tonelada. Se trata de precios históricos muy elevados para el arranque de campaña.
“El mercado de girasol en la Argentina se transparentó mucho en los últimos años con la competencia generada por la exportación de semilla, fundamentalmente destinada a la Unión Europea”, remarca Agustín.
Con respecto a la soja, otra oleaginosa que también crecería en superficie en la campaña 2022/23 argentina, el analista apuntó que los valores FOB del poroto argentino están muy caros respecto de los presentes en Brasil y que eso explica los movimientos particulares que tienen los valores de la soja nueva en el Matba Rofex.
“En condiciones normales, por una cuestión logística y de calidad (mayor tenor proteico), la soja brasileña en Paranaguá cotiza entre 10 a 15 u$s/tonelada por encima de la soja Rosario, pero en los últimos días están prácticamente empalmadas y el mercado luego buscar ajustar esa situación”, afirmó.
Hoy viernes, con subas generalizadas de los futuros de soja en el mercado estadounidense CME Group (Chicago), en el Matba Rofex el valor del contrato Soja Rosario Mayo 2023 terminó en 363,5 u$s/tonelada con una caída intradiaria de 2,5 u$s/tonelada.