El ministro de Agricultura, Luis Basterra, inauguró este martes el congreso Maizar 2020, por supuesto a la distancia. Ya lo había hecho en un comunicado, pero volvió a repudiar los ataques a silobolsas y otros hechos delictivos que se vienen registrando en el sector agropecuario y que molestan y preocupan a los productores, que reclaman una reacción más enérgica de parte de las autoridades.
Tratando de suplir la falta de reacción de otros funcionarios, finalmente como responsable de la política agropecuaria del gobierno, Basterra señaló que tanto en el Estado nacional como en los provinciales “estamos preocupados y ocupados por los hechos de vandalismo que están sucediendo en el campo argentino”. Pero no vinculó estos ataques con motivaciones políticas, como creen muchos productores.
“No queremos que esto termine destruyendo el esfuerzo de nuestros productores, coartando el acceso al alimento para nuestra población y que impida el ingreso de divisas a nuestra economía. Estamos haciendo una tarea organizada en contra del delito”, afirmó el ministro, que el viernes pasado mantuvo una reunión con representantes de muchas entidades de la cadena agroindustrial y con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien prometió mayores controles.
Fue un gesto el de Basterra en la inauguración de Maizar 2020, el congreso de la cadena maicera. El ministro tenvió otras dos señales. Recordó que las retenciones al maíz continúan en el 12% cuando al comienzo de la gestión de Alberto Fernández se sospechaba que podían subir a 20 o 25%. Y prometió una revisión de la Ley de Biocombustibles, que regula el uso de maíz para la producción de bioetanol.
“Hemos hecho como Estado el esfuerzo de tener los derechos de exportación en niveles muy por debajo de lo que tenía en expectativa el mercado seis meses atrás, y lo estamos sosteniendo porque es la posibilidad de que continúe la actividad”, dijo Basterra, quien expresó que de esta manera el gobierno espera que el productor pueda “invertir en tecnología y tener los mejores resultados”.
En la apertura del congreso, el presidente de estas jornadas, el economista de la Bolsa de Cerealñes Agustín Tejeda, advirtió que “como consecuencia de la pandemia, la economía global sufrirá una profunda recesión este año, que provoca un importante descenso en la demanda y los precios de nuestros productos. La Argentina, que ya transitaba una importante crisis económica, será uno de los países más afectados, con niveles de pobreza y desocupación alarmantes”, añadió.
Alberto Morelli, presidente de Maizar, repasó las cifras de este sector: “El año pasado, el complejo maicero, incluyendo las cadenas de carne bovina, aviar y porcina, y la de lácteos, aumentó sus exportaciones más de 37% frente al 2018, siete veces más que las exportaciones totales de la Argentina (5,4%)”.
“Las divisas por esas exportaciones, que fueron a 150 países, generaron más de 10.600 millones de dólares, casi el 16% de todo lo que despachó el país. Los múltiples productos agroindustriales que derivan del maíz y del sorgo generan más de 735.000 puestos de trabajo distribuidos equitativamente en la mayoría de las regiones del país”, enfatizó.