Carlos Benzo es ingeniero agrónomo y Coordinador Regional de Protección Vegetal NEA Corrientes y Misiones del Senasa, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria.
-¿Qué es el “Mal de la Tela” que afecta a la yerba mate?
-Es una enfermedad fúngica que, si bien se conocía desde hace algunos años, hoy se ha tornado más agresiva.
-¿Debido a qué?
-A la presencia de cultivos sombríos cubiertos por cortinas forestales o consociados, al aumento de la densidad de plantación de 1.000 y hasta 4.000 plantas por hectárea y a una mayor humedad. La enfermedad puede atacar a la planta desde el suelo (hifas) o por la vía aérea (esporas dispersadas por el viento).
-¿Qué problema trae?
-Seca las hojas, las ramas y hace que la planta disminuya notablemente su rendimiento. Se propaga fácilmente de una planta a otra y por ello hay que evitar el traslado de material enfermo y desinfectar los materiales de poda. Y destruir las partes afectadas de la planta.
-¿Cuánto productores afectados hay?
-En la región hay unos 9.000 productores yerbateros y 11.700 entre productores y operadores. A la fecha no se ha detectado la enfermedad en el departamento de Apóstoles (Misiones) y en el de Santo Tomé (Corrientes), único departamento de Corrientes donde se produce yerba mate. El SENASA lleva a delante un monitoreo para detectar qué departamentos se hallan afectados y Andresito (departamento General Belgrano) es uno de los más afectados. Aún no se puede hablar de pérdida notable pero hay que tomar medidas urgentes para que esto no suceda.
-¿Cómo se combate?
-La Facultad de Ciencias Forestales (Eldorado, Misiones) y el INTA están en la última fase de los estudios para que el Senasa pueda aprobar el uso de determinados fitosanitarios para combatir la enfermedad. Están hechos los estudios de efectividad y faltan los de residualidad; entre tanto hay que hacer hincapié, fundamentalmente, en labores culturales y en evitar traslados.
-¿La yerba mate es el principal cultivo de la región?
-Sí, junto con la producción de maderera. En la región existen 166.000 hectáreas cultivadas de yerba, de las cuales el 87,5% se halla en Misiones y el resto en Corrientes. La exportación de yerba mate asciende a más de 340 millones de dólares (según datos de 2019) y los principales compradores de Argentina son Siria y Chile, y en menor medida, Líbano, Estados Unidos y Francia.
-¿Y por qué se dice que la yerba es un “cultivo menor”?
-No tiene que ver con el volumen de producción sino con la región donde se produce, que son sólo tres países en el mundo: Argentina, Brasil y Paraguay. Es una denominación utilizada por Senasa para designar los cultivos y su relación con la inscripción de productos fitosanitarios que se puedan aplicar sobre estos. Que sea un cultivo menor quiere decir que tiene un trato diferente en cuanto a ensayos necesarios para inscribir productos fitosanitarios para combatir plagas que afectan estos cultivos.
-¿Cómo son los porcentajes de producción?
-La Argentina produce 45%; Brasil el 38% y Paraguay el 17%. En Argentina se consume en todo su territorio y luego de un proceso de estacionamiento que debe ser como mínimo de 1 año a 2 y de ahí su color verde pálido. Se consume con palo. En Brasil solo se consume en la región de Río Grande do Sul y se cosecha, se muele y se envasa. No tiene estacionamiento y no lleva palo, por ello su color verde brillante.
-Hace un tiempo salió una marca de yerba con Ilex dumosa. ¿También es yerba mate?
-El Código Alimentario Argentino solo acepta a Ilex paraguariensis como la especie que debe ser utilizada para la producción de yerba mate. Si bien hay pedidos de incorporar a Ilex dumosa, tengo entendido que aún no fueron aceptados.
-¿Pero es otra variedad?
-No, no son dos variedades diferentes: son dos géneros y especies diferentes. El uso de Ilex dumosa se halla ligado a la producción de infusiones que contienen yerba mate, lo que se conoce como yerbas compuestas, con agregados de “yuyos”. Pero es la Ilex paraguariensis la que desde 1935 se considera la única especie de yerba mate.