Como estaba previsto, altos funcionarios de la Aduanas de China visitaron Buenos Aires y mantuvieron reuniones con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Carlos Paz. De esta visita dejaron la primera noticia en materia de apertura de mercados para la nueva gestión, pues se firmaron los protocolos sanitarios para que la Argentina pueda comenzar a vender sus cotizados limones en ese gigantesco mercado.
El acuerdo fue firmado con Li Guo, viceministro de la Administración General de Aduanas de China (GACC). De inmediato, la buena nueva fue adelantada por Paz en sus redes sociales. En tono coloquial, el nuevo titular del servicio sanitario contó que Basterra enseñó durante la reunión a los emisarios chinos a preparar un buen mate. Y al pasar contó: “Esto fue después de firmar, finalmente, el protocolo que habilita el ingreso de limones de Argentina a la República Popular China”.
La poderosa industria del limón enclavada en Tucumán estaba esperando esta noticia desde hace varios meses y ya había manifestado que su intención era comenzar a exportar estos cítricos a China a partir de la campaña 2020. Ahora quedó en condiciones de hacerlo.
“Después de un exitoso regreso al mercado estadounidense, tras una pausa de 17 años, la industria argentina del limón apunta a potenciar su esfuerzo de ampliación de portafolio de mercados al abrir nuevos destinos de exportación”, indicaban fuentes de Federcitrus en agosto de 2018, luego de que el país pudiera abrir también el mercado de Japón. Luegod e eso, siguió la negociación para la apertura de India. Per faltaba la figurita más difícil, China.
La producción de limones en Argentina, entre los años 2009 y 2017, promedió las 1.447.000 toneladas por año, con un mínimo de 953.890 toneladas en 2014) y un máximo de 1.756.351 toneladas en 2011. En los años 2016, 2017 y 2018, los valores registrados superaron el valor promedio de la década, según dicen un informe del MInisterio de Agricultura sobre este sector, que produce sobre unas 50.000 hectáreas concentradas en la pequeña provincia de Tucumán.
El destino de los limones cosechados es, dependiendo de la época del año y de acuerdo a la calidad de la fruta cosechada, en un 75% para industria, un 8% para consumo interno en fresco y el restante 17% se exporta como fruta fresca.
Entre los años 2008 y 2018 las exportaciones de los productos limones frescos, jugo y aceite esencial de limón, promediaron los 550 millones de dólares anuales, aunque el máximo se logró en 2018 con 734,2 millones.