Iba a suceder, estaba cantado que iba a suceder. Bichos de Campo ha venido contando todo este proceso desde el inicio, dándole voz a cada uno de los involucrados. Todos acusan y se defienden. Los únicos que no hablan, tristemente, son los funcionarios libertarios que deben tomar las decisiones.
Diego Latorre, uno de los dueños del laboratorio Tecnovax, que había anunciado el año pasado que iba a comenzar a importar las vacunas de la fiebre aftosa desde Brasil, para poder venderlas aquí a mitad de precio y poder enfrentar así al “cártel de la aftosa”, ahora denunció que el presidente del Senasa, Pablo Cortese, los dejó afuera de las pruebas técnicas convocadas para autorizar nuevas vacunas bivalentes que se usarán desde 2026.
Así las cosas, los únicos que siguen en carrera son los mismos laboratorios que las producen localmente, Biogénesis Bagó y CDV, y que son acusados por parte del gobierno de vender ese fármaco más caro que en los países vecinos. La gestión de Milei, frente a esa situación, redujo la cantidad de cepas que debía tener ese inóculo, de cuatro a dos. Y de ese modo emparejó las exigencias con el resto del Mercosur, para que pudiera ingresar vacuna importada. Pero como en cualquier país medianamente serio, el Senasa exigió nuevas pruebas de calidad de las que ahora Tecnovax denuncia haber sido excluido.
Estaba claro que la polémica iba a recrudecer luego de que el ministro Federico Sturzenegger, quien comenzó a cuestionar el alto costo de la vacuna en abril de 2024 y volvió a hacerlo esta misma semana. Hace unos semanas, ante un pedido de información hecho por el diario La Nación, el Senasa contestó que solo los dos laboratorios productores habían atravesado las pruebas de eficacia de la nueva vacuna, mientras que Tecnovax y la multinacional CEVA -que pretendían traerla desde Brasil- no habían completado el trámite.
Ahora, lo novedoso es que La Torre, quien batalla desde el inicio contra un “monopolio” e incluso lo denunció ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (en un expediente que todavía no arroja avances), confirmó que el propio presidente de Senasa, Cortese, les había impedido seguir adelante con esos exámenes de eficacia de la vacuna importada.
Incluso esta semana Tecnovax informó que estaba retirando del predio de Senasa un grupo de bovinos que compró en la localidad pampeana de 25 de Mayo, dentro de la zona libre de aftosa sin vacunación y por los tanto sin inmunidad, para hacer estas pruebas técnicas sobre animales vivos (se denomina de Generalización Podal), lo que permitiría verificar la eficacia de su vacuna importada.
“El 21 de enero, en medio del periodo vacacional con una inversión millonaria hecha por parte de nuestro laboratorio para atravesar el entramado de barreras de ingresos al mercado de vacunas antiaftosa, y luego de los trámites para importar vacunas y testearlas en animales en pruebas que son extremadamente restrictivas, apareció una interpretación muy forzada de la regulación en una carta del propio presidente de Senasa, el ingeniero Pablo Cortese, alegando que por cuestiones de oportunidad y conveniencia se daba por terminado nuestro proceso de registro en Argentina, llevándonos como en el Juego de la Oca, de nuevo al casillero de inicio”, denunció La Torre en una extensa entrevista concedida al periodista Silvio Baioco, para Canal Rural.
Esta denuncia ya había sido anticipada por Tecnovax en una carta dirigida a Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural, de buena llegada al presidente Javier Milei y sus ministros. “A pesar de contar con un contrato de suministro a largo plazo para abastecer vacunas de una de las principales plantas de elaboración de vacunas contra la aftosa -con habilitación vigente- , a pesar de haber ingresado el expediente a mediados de 2024, de haber ingresado oficialmente las muestras, y de haber seguido al pie de la letra todo el procedimiento establecido en la RG 609/17 de Senasa, el mismo presidente de Senasa en una decisión arbitraria, suspendió nuestro ensayo de control llevado a cabo en bovinos dentro del campo experimental alegando cuestiones de ‘oportunidad y conveniencia’. Me pregunto: ¿conveniencia para quién?”
Curiosamente, el mencionado Cortese -un agrónomo con treinta años de carrera en el organismo-, ha sido elogiado en múltiples ocasiones por el ministro Sturzenegger, quien reclama apurar la desregulación para poder importar las vacunas más baratas que las nacionales. De hecho, el presidente del Senasa se apoya mucho en el ministro de Desregulación para soportar el embate de sectores que piden su renuncia y responden a la interventora designada en Senasa por Juan Pazo (el funcionario productivo de Luis Caputo). En el marco de esta fuerte interna dentro de Senasa, hay fuentes que remarcan que la decisión de frenar las pruebas de Tecnovax respondieron a una orden directa de esta funcionaria, la nueva gerente ejecutiva de Senasa María Eugenia Barbieri.
Una tercera posición, esgrimida por los laboratorios nacionales que producen la vacuna y ya han atravesado las pruebas de eficacia requeridas por la legislación, afirma que tanto Cortese como Barbieri actuaron según las normas, pues todo se trata de un montaje de Tecnovax para victmizarse, ya que en realidad nunca pudo presentar ante Senasa un lote de vacunas contra la aftosa producidos especialmente para estos exámenes sino que apenas intentó realizar la prueba con unas pocas dosis de vacuna a punto de vencer producidas en 2023 por el laboratorio paulista Ourofino, así que mal podían ser incorporadas a los análisis.
Aquí está el contrasentido. Con la brasileña Ourofino, Tecnovax dice tener un contrato de largo plazo para poder producir las vacunas que piensa traer a la Argentina a precios más bajos que los del mercado local. Pero esa planta ahora no está operativa, porque en el vecino país se dejó de vacunar contra la enfermedad del ganado y no tendría sentido seguir produciendo la vacuna sin un mercado para colocarla.
¿Actuó entonces correctamente el Senasa? ¿O hay una discriminación real hacia Tecnovax para favorecer a los mismos jugadores que han provisto siempre al mercado de esa vacuna (que moviliza unos 150 millones de dólares anuales)? No es una pregunta que podamos responder desde esta crónica.
Pero es lo que denunció nuevamente La Torre detrás de sugestivas declaraciones de Sturzenegger, quien remarcó que -a pesar de sus promesas- la vacuna sigue costando aquí más de 1 dólar por dosis, mientras que en Paraguay esa misma vacuna (producida en Argentina y exportada hacia allí) sale 0,35 dólares.
“Acá lo que estamos viendo, como dijo Sturzenegger, es un proceso en el que durante más de 20 años se transfirieron más de 2.000 millones de dólares de los bolsillos del productor hacia los bolsillos del cártel de la aftosa. Y digo cártel porque no hay otra forma bajo la cual se puedan explicar los precios de la vacuna antiaftosa en Argentina que son absolutamente abusivos, los más caros del mundo”, enfatizó el dueño de Tecnovax en la entrevista con Canal Rural.
-Daría la impresión de que hay como dos comandos, por lo menos en este tema, dentro del mismo gobierno- lo interrogó un perspicaz Baioco.
-Yo creo que hay una sola línea política, que es la de eliminar las regulaciones que aumentan los costos a la producción, entre las cuales está sin ninguna duda la aftosa. Para nosotros ya no es ni siquiera un negocio, lo vemos como una cruzada para defender una postura de nuestro laboratorio para generar competencias y hacer que haya diversidad de oferentes en este mercado que ha estado cerrado durante 20 años. Porque las regulaciones en Argentina muchas veces son el problema y concretamente la regulación para importación de vacunas antiaftosa ha sido una regulación dirigida, diseñada cuidadosamente desde la industria hacia los organismos de regulación para evitar el ingreso de competencia.
Luego el periodista le preguntó concretamente al empresario por el rol jugado por Cortese: ¿A quién responde políticamente?
Contestó La Torre: “No lo sé, me lo imagino pero no lo sé. Según los dichos del propio Cortese, según me han dicho, lo han obligado a dar de baja el proceso de registración de la vacuna de Tecnovax, que se estaba cursando conforme a derecho, siguiendo todos los pasos regulatorios”.
Por eso el empresario consideró que el presidente de Senasa “está claro que no responde a Sturzenegger, porque si fuese por Sturzenegger está la desregulación y la importación de la vacuna. Nosotros también se lo planteamos a Sergio Iraeta, de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (y concuñado político de Juan Pazo), que nos dijo cara a cara que está 90% de acuerdo con lo que decimos”, añadió.
Y cerró, en un dardo dirigido certeramente hacia el equipo económico: “Parece que algunos de los funcionarios son meros observadores de la realidad y carecen del coraje o de la capacidad o de la fuerza política para generar los cambios que la ganadería necesita. En Argentina el bolsillo del productor ha sido consistentemente abusado bajo la mirada cómplice de muchos de los actores de los diferentes gobiernos. Y en este caso tengo que decirlo con dolor, porque realmente tenemos esperanza en que este cambio que se está produciendo es positivo”.
Felicito la nota. Cómo corresponde! No abandonemos está lucha contra los burócratas estatales y los ladrones de biogenesis!
La luz al final del túnel está cada vez más cerca!