Isabel Palomo venía de Salta, y del palo de la ganadería, pero se hizo horticultora cuando quedó encantada con la historia que hay detrás de un fruto y decidió comprometerse con su rescate, a fines de los años 90. Desde entonces, forma parte del grupo que organiza cada año la Fiesta que tiene como objetivo poner en boca de todos el sabor único del Tomate Platense. Tal es su compromiso que, luego de 20 años de producirlo, se percibe al escucharla la chispa de una mujer apasionada.
-¿Por qué consideras que es una historia muy linda la del Tomate Platense?
-Cuando apareció Lolo Garat a contarnos que se iba a perder la semilla nativa porque había aparecido la hibrida, dije ´esto es lo mío’. Desde ahí todos los años le hacemos el aguante y ya hace 18 venimos haciendo la Fiesta del Tomate Platense. La primera vez fue solo una degustación en la Estación de trenes de Gorina. Habíamos invitado a nuestros conocidos y familiares, fueron unas 100 personas. Otro año hicimos fideos con tuco, fue algo re copado y la gente nos empezaba a preguntar cuándo íbamos a hacer la siguiente. Uno va entendiendo en el transcurso de la historia que hicimos algo bueno, porque la semilla no se perdió.
Para esta productora salteña, las sucesivas fiestas del Tomate Platense son cada vez más concurrida porque la gente prefiere un fruto rico, orgánico y sin fertilizantes ni agroquímicos: un alimento sano “como tiene que ser”, dice.
Esta variedad comenzó siendo cultivada por los italianos que poblaron las quintas de la región. Por aquellos años, era el único tomate que existía pero empezó a ser desplazado de a poco por los tomates híbridos “larga vida”, que comenzaron a cultivarse debido a tener una mejor resistencia al paso del tiempo. Hoy, el secreto de su retorno es justamente ese, que todo parte de una semilla que pasa de mano en mano, de boca en boca.
Mira la entrevista completa acá:
-¿El cultivo del tomate es anual? ¿Tenés que volver a sembrarlo todos los años? ¿Cómo es ese proceso?
-Sí, es anual. Nosotros hacemos las plantitas en agosto para ponerlas bajo invernadero por las heladas. A fines de septiembre ya lo plantamos en la tierra, en invernáculo. Desde que lo plantas son tres meses justo que podes empezar a cosechar, porque ya dan frutos maduros. En verano se puede plantar a campo abierto pero es más riesgosos porque lo que tiene el Platense es que si llueve mucho y sale el sol, se parte toda la piel y se echa a perder. Este año, como fue sequía, nos vino bien. Pero en años anteriores hubo fiestas donde no tuvimos tomates por las lluvias.
-Hace 20 años había muy pocas semillas, las que iban rescatando. ¿Cómo las fueron multiplicando y cómo fueron animando a otros productores?
-Año a año se eligen las semillas del tomate que esté más sano y mejor formado. Se lo deja madurar en la planta, se lo saca, se lo lava bien. En realidad puede salir de cualquier tomate, pero igualmente siempre se tiene el cuidado de que la fruta este bien sanita para que no le quede ninguna enfermedad a la semilla. La venta suele ser directa, de productor a consumidor, porque si anda mucho tiempo o lo tocas mucho, se ablanda.
-Justamente los híbridos llegaron para estirar los tiempos comerciales del tomate. ¿Es una de las limitaciones del tomate platense?
-Esa es una de las limitaciones, el tema comercial. Pero nosotros vamos haciendo el caminito para ubicarlo en ferias o comercios particulares. Desde hace dos años, por ejemplo, venimos entregando a la parrilla Don Julio, de Capital. Ellos rescatan que el producto tenga una historia. Y el platense tiene una súper historia, así que cae muy bien.
-Además de tener que venderlo más rápidamente, ¿Es más o menos productivo que otros tomates?
–Es muy productivo porque carga mucho la planta. Es muy fiel, muy dócil. Es una planta que de por sí tiene un fuerte aroma que espanta los bichitos. O sea, se defiende sola, digamos.
Además, frente a las enfermedades y plagas, este grupo de productores platenses cuenta con una biofábrica pequeña de purines hechos con plantas aromáticas y medicinales, pensadas no para matar sino solo para espantar a los insectos como la arañuela o el cogollero que, en tiempos de sequías como el actual, abundan.
Buen día.Soy Emilio ,que bueno tener esas semillas.Aca en Rosario la Municipalidad no entrega .Si Uds. mepudietan envían semillas se lo agradecería.Mi mail es perezemiliooscar@gmail.com.Muchas gracias.