Las autoridades de la Secretaría de Bioeconomía no volverán a prorrogar los plazos de embarque de las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de cereales a partir del segundo semestre del presente año.
Las sucesivas prórrogas de las DJVE de maíz y trigo instrumentadas por el gobierno kirchnerista –y continuadas a comienzos de este año en trigo por la actual administración– permitieron que los exportadores pueden concretar embarques con mayor facilidad al no tener la obligación de que los mismos sólo puedan hacerse con partidas de la campaña en curso.
La cuestión es que la prórroga de las DJVE de ambos cereales vencen a fines del presente mes de mayo y, por lo tanto, a partir de junio próximo los embarques sólo podrán ser cubiertos con mercadería originada en la campaña correlativa.
En el caso del maíz esa medida no tendrá mayor impacto porque la disponibilidad de partidas de campañas anteriores es muy limitada y los nuevos embarques deben generarse a partir de la cosecha 2023/24.
Se agota la “caja de ahorro” de maíz de los exportadores argentinos
Sin embargo, en el caso del trigo el panorama es diferente porque aún quedaría un “resto” del ciclo 2022/23 por embarcar en la presente campaña comercial 2023/24, el cual no es fácil de determinar con exactitud porque las estadísticas oficiales de compras de trigo por parte de la exportación no contemplan las ventas de cereal que ese sector hace al sector molinero.
De todas maneras, las compras de trigo correspondientes a la campaña en curso 2023/24 son casi siete veces superiores a las DJVE registrada a la fecha, lo que implica que los exportadores tiene margen suficiente para adaptarse al “empalme entre campañas.
La decisión de no prorrogar los plazos de la DJVE forma parte del proceso de ordenamiento de la comercialización agrícola encarado por el gobierno de Javier Milei en contraposición al intervencionismo característico de la gestión kirchnerista.