El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó el documento de análisis de la coyuntura macroeconómica sobre la base del cual aprobó la octava revisión del acuerdo con el Estado nacional argentino.
Si bien el documento no lo señala de manera directa, es evidente que el directorio del FMI considera que los derechos de exportación son una política necesaria para el país a pesar de que eso representa un perjuicio para el agro, que es nada menos que el principal generador de divisas de la economía argentina.
En un apartado titulado “experiencias exitosas de estabilización”, el documento del FMI señala que los episodios de estabilización destacados estuvieron asociados a medidas fiscales iniciales que “fueron a menudo temporales” como, “por ejemplo, un aumento de los impuestos a las exportaciones o al patrimonio, eliminación de exenciones fiscales, recortes al gasto de defensa o bien a los subsidios a los alimentos y al transporte”.
La cuestión es que los derechos de exportación aplicados al agro en la Argentina se reintrodujeron en 2022 de “manera temporal” para hacer frente la crisis económica presente por entonces y siguen vigentes hasta la actualidad.
“La base del programa (económico argentino) sigue previendo una mejora gradual en la cobertura de reservas (internacionales), con una acumulación de entre 5000 y 12.000 millones de dólares por año en el mediano plazo, aunque el creciente potencial exportador de Argentina, especialmente en energía y minería, ofrece algunas ventajas”, señala el documento que extrañamente no hace ninguna referencia al agro como potencial multiplicador de la generación de divisas en el país.
De manera explícita, el FMI solicita al gobierno de Javier Milei que elimine el esquema de “dólar exportador”, integrado en una proporción 80-20%, y también que también deje de aplicar el “impuesto PAIS” del 17,5% a las importaciones. Pero no hace ninguna recomendación sobre los derechos de exportación.
En términos de proyecciones, el documento del FMI pronostica que el PBI de la Argentina se contraerá en 2024 un 3,5% en términos interanuales (versus una estimación de -2,8% publicada cuatro meses atrás) y que la inflación del presente año se ubicaría en el 140%.