En las provincias del Litoral se producen todo tipo de alimentos, pero hay uno muy característico de la zona, el arroz.
Corrientes y Entre Ríos son las dos provincias más arroceras del país. Pero en los últimos años fue creciendo el área sembrada con ese cereal en la primera, mientras que decrecía en la segunda. En territorio correntino hay empresas con más espaldas financieras, pero también se ha dado una migración hacia allí de los productores entrerrianos, debido a que la electricidad necesaria para encender los motores que riegan los campos es mucho más barata.
Víctor Odiard vive en San Salvador, en Entre Ríos. Es tercera generación de productores arroceros. Explicó que hace 5 años su familia decidió empezar a sembrar en Corrientes.
Odiard siembra en Curuzú Cuatiá y en otro campo cerca de Mocoretá. Pero a la par abandonó las tierras que cultivaba en Entre Ríos. “El año pasado fue el primero en 42 años que no sembramos en San salvador por una cuestión de costos energéticos. Por eso nos vamos, en Corrientes hay otro costo y apoyo del Gobierno”, explicó.
Escuchá la entrevista a Víctor Odiard:
Según dicce Jorge Paoloni, directivo de la Asociación de Plantadores de Arroz de Entre Ríos, en esa provincia quien contrata “un motor a energía eléctrica paga un cargo fijo de entre 40 y 50 mil pesos mensuales, y el Kilowatt cuesta entre 8 y 9 pesos mensuales. En Corrientes no cobran el cargo fijo durante los ocho meses que no se riega y el cargo fijo es de 12 mil pesos en los 4 meses que el campo tiene agua. Además el kilowatt cuesta entre 3 y 4 pesos”.
La comparación habla por si sola.“La diferencia de costo espanta arroceros a Corrientes. No se van más porque llovió poco”, señaló.
En tanto, Odiard graficó la situación de este modo: ““El costo de una hectárea de arroz es de 1.200 a 1.300 dólares. En Entre Ríos la energía eléctrica representa el 30% de ese costo, mientras que en Corrientes no llega a 10%”.
Se trata de un problema de los costos e impuestos que cruzan la tarifa eléctrica en cada provincia. “Camesa (la distribuidora nacional) les cobra lo mismo a ambas provincias. Es una cuestión del costo provincial y del poco entusiasmo que le pone el gobierno para sostener a los productores”, dijo el entrerriano que debió emigrar a la provincia vecina.
Odiard recordó que hace hace pocos años los arroceros festejaban haber llegado a las 100 mil hectáreas y ahora quedan poco más de 50 mil, y encima con menos productores. Algunos se fueron a otros cultivos, otros dejaron la actividad y otros se fueron a sembrar a Corrientes, como es su caso.
“Es difícil que el que se fue, vuelva”, definió Víctor. En pocos días más arranca la siembra en Corrientes y a fines de mes sucederá en Entre Ríos.
Las últimas lluvias disimularán esta mudanza de fondo. “Fueron muy beneficiosas y la gente va a salir a sembrar en Entre Ríos, porque fue una lluvia pareja e importante, pero en Corrientes necesitaríamos un poco más de lluvia para cargar las represas”.