Ansiosos de conquistar nuevos mercados, los productores argentinos de cerezas han colaborado a establecer un nuevo dilema filosófico. A partir de la apertura sanitaria del formidable mercado chino, se ha anunciado ya dos veces la concreción de la primera exportación de esa fruta fina para China. ¿Pero cuál es realmente la primera exportación?
Hasta ahora, la primera exportación de cerezas argentinas a China era la que habían concretado diversas empresas de la Patagonia hace diez días: el cargamento de 8 contenedores con 160 toneladas de cerezas se consolidó en Neuquén y partió rumbo al gigante asiático en barco desde el puerto chileno de Valparaíso.
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Pero ahora parece que ese fue en realidad el “primer cargamento” de cerezas que salió hacia China. Todavía está en tránsito. No ha llegado a su destino.
El jueves a la nochecita, en un avión de Aerolíneas Argentinas que partió desde Ezeiza, se realizó otra vez la “primera exportación de cerezas argentinas a China”, según los anuncios oficiales. En esta caso, fueron 1.300 kilos de la fruta fresca provenientes de Río Negro que llegarán a China vía Nueva York. Este embarque aéreo llegará a Shangai el próximo domingo, casi 15 días antes de que arriben los 8 contenedores que partieron en barco el pasado 8 de enero desde Valparaíso.
Este embarque -concretado por la empresa Cerezas Argentinas SA, que produce frutas y hortalizas sobre 1.200 hectáreas en la zona de Chimpay, en el Valle Medio de Río Negro-, habilitó así un debate filosófico que se preanuncia interminable.
¿Cuál es realmente la primera exportación de cerezas argentinas a China? ¿La primera que salió del país de origen? ¿O la primera que llegó al país de destino?