Hoy se celebra en la Argentina el Día Nacional del Mate, la infusión con más de 500 años de historia que continúa sumando consumidores y mercado en el mundo.
El Día Nacional del Mate, establecido en el año 2014 por el Congreso de la Nación, se celebra el 30 de noviembre en conmemoración del nacimiento del comandante guaraní Andrés Guacurarí, conocido popularmente como “Andresito”, quien fue el único gobernador indígena de la historia argentina y fomentó la producción de la yerba mate.
No casualmente en la historia de “Andresito” se advierte buena parte del “genoma intervencionista” presente en esa producción, que es la única que tiene un precio mínimo asegurado en toda la extensión del territorio argentino. Además, recientemente se implementó una medida orientada a restringir la expansión del área productiva, algo que resulta insólito para el resto de las actividades agropecuarias.
Andrés Guacurarí tuvo formación de la mano del general José Gervasio Artigas, su padre adoptivo, líder independista, quién luchó por un proyecto alternativo al centralismo impulsado por Buenos Aires para encauzar el proceso revolucionario. Ese proyecto era la organización federal del país, con autonomías provinciales.
“Si bien no hay documentación que especifique claramente cuándo fue el encuentro entre ambos, los historiadores coincidimos en que se produjo a fines del Siglo XVIII, cuando Andresito abandonó su pueblo natal, que pudo haber sido Santo Tomé o San Borja, y se fue a buscar mejores posibilidades de trabajo en esa zona fronteriza que había entre la Banda Oriental y el imperio de Brasil, donde los guaraníes –que sabían distintos oficios, escribir y leer, herencia de la etapa jesuítico guaraní– eran mano de obra en las estancias”, explica el historiador Pablo Camogli en un artículo publicado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
Artigas brindó a “Andresito” una formación política militar, que es la que después va a traer a tierras argentinas cuando sea designado por el propio Artigas como Comandante General de Misiones en 1815.
Como gobernador, Andresito tenía tres objetivos fundamentales. Por un lado, pacificar y reorganizar los pueblos que venían en decadencia desde la expulsión de los jesuitas, en 1769. En segundo lugar, “recuperar” la mayor cantidad posible de los pueblos que estaban ocupados tanto por el Paraguay como por Brasil. De hecho, recupera el Departamento de Concepción, en abril de 1815, y el Departamento Candelaria, en septiembre de ese año, y así forma una provincia integrada por los departamentos de Yapeyú, Concepción, y parte del de Candelaria. En 1816 intenta recuperar pueblos orientales, que estaban en manos de Brasil desde 1801, pero va a ser derrotado en el sitio de San Borja. Esto va a tener como repercusión tres ataques luso brasileños, dos durante 1817 y otro en 1818.
El tercer objetivo fue la recomposición y puesta en funcionamiento del aparato productivo, que estaba totalmente destruido por la decadencia de la etapa pos jesuítica, más la situación de guerra permanente a partir del proceso revolucionario. Entonces, Artigas envía cabezas de ganado para apuntalar la ganadería; semillas para que puedan cultivar tabaco y maíz; e incentiva a Andresito para que los guaraníes exploten y comercien yerba mate, y otros productos, a través del río Uruguay, que era la vía de comunicación y de intercambio, la columna vertebral del sistema artiguista, por donde transitaba toda la mercadería.
“Uno de los elementos centrales del aparato productivo es la yerba mate y va a ser un factor determinante en todos los conflictos que va a haber en Misiones. Lo que hacen Artigas y Andresito es establecer una especie de monopolio de la explotación de los yerbales naturales por parte de los guaraníes y de la comercialización, prohibiendo su ingreso desde Paraguay, de forma tal de garantizar a Misiones un acceso a recursos económicos a través de este producto”, relata Camogli.
“Artigas prohibió el comercio de yerba mate proveniente de Paraguay, o sea, que la yerba comercializada tenía que ser la misionera y lo que uno puede inferir, porque no hay documentación específica y abundante sobre el comercio en esos años, es que probablemente mandaran algunos cargamentos de yerba a Uruguay y, como contraprestación, Artigas les mandara ganado, armas, ropa y otros recursos que se necesitaban”, añade el historiador.
Por lo tanto, hubo una intensión de establecer un mercado y un circuito comercial para la yerba mate, donde la explotación y la comercialización estuvieran en manos de los guaraníes que habitaban la provincia de Misiones. Pero eso nunca se logró desarrollar y consolidar debido a la situación de guerra que se vivió en forma permanente, por las invasiones luso brasileña y paraguaya, más el conflicto con Corrientes, en 1818, y, finalmente, por la captura de Andresito, en 1819.
“En honor al Día del Nacional del Mate, cabe indicar que ya para comienzos del siglo XIX el consumo de mate era muy general en toda la zona, sobre todo en Buenos Aires y el litoral, así que es lógico pensar que Andresito y sus tropas tomaran mate; y destacar que hay dibujos y referencias de Artigas disfrutando de la infusión nacional”, concluyó.