Lo que tanto temían los referentes del sector frigorífico finalmente sucedió. Este martes primero se conoció la triste noticia de la muerte de un empleado del Senasa que prestaba servicio en el frigorífico El Federal, ubicado en Quilmes y perteneciente a la familia Morrone. Allí, los dirigentes gremiales de Fetsicara (Federación de Sindicatos de la Industria de la Carne) informaron que en esa empresa había “hasta el miércoles a la mañana 5 casos confirmados de Covid 19 y otros 8 a 10 sospechosos”, agravando el panorama inicial.
“Uno de los casos confirmados están en el Hospital Finochietto, y hay otros aislados en sus casas” dijeron los sindicalistas de la carne nucleados en Fetsicara, cuyo secretario general es Gabriel Vallejos.
Desde el #Senasa lamentamos el fallecimiento causado por Covid-19 de Francisco Galarza, agente que se desempeñó durante 16 años en el Servicio de Inspección Veterinaria en un frigorífico de Quilmes.
Acompañamos el dolor de su familia y amigos en este difícil momento. @SenasaAR
— Carlos Alberto Paz (@PazCarlosA) April 21, 2020
Francisco Galarza, ayudante veterinario del Senasa, de 55 años, prestaba servicios en el frigorífico Federal desde hace 16 años. El propio presidente del organismo, Carlos Paz, anunció su deceso por causa de la enfermedad. Galarza falleció en la madrugada del martes en el Hospital Anchorena de San Martín, tras haber resultado positivo en un test por COVID-19. “Lo que sucede que SENASA sigue laburando en muchas áreas que son esenciales. No se paró el laburo en muchos lugares para nosotros”, indicó un vocero de Senasa, advirtiendo de ese riesgo.
Esto noticia paralizó de inmediato la actividad de faena en el frigorífico de los Morrone y produjo un gran cortocircuito entre los empresarios a cargo de esa planta y los trabajadores, que reclamaron garantías antes de volver al trabajo. Genaro Morrone, titular del frigorífico, declaró al diario La Nación que no piensa reabrir. “Tengo la planta tomada y no la pienso abrir más. Me cansó la maldad de la gente. La voy a cerrar de forma indeterminada hasta que venga gente idónea a laburar”, afirmó. Son 400 obreros.
Entre tanta mala onda y temor, una buena noticia fue que un caso sospechoso de Coronavirus que había aparecido también en otro frigorífico quilmeño, la Compañía Bernal (ex Finexcor) dio finalemnte “negativo”. De todos modos, la empresa debió interrumpir la faena en la víspera y comenzó a aplicar un protocolo exhaustivo, para convencer a sus trabajadores de volver al trabajo. La titularidad de esta planta es compartida por tres empresarios dueños de otros importantes frigoríficos como Gorina, Arre Beef y Ecocarnes (ex Cocarsa). Los tres son exportadores y tienen, por exigencias internacionales, mayores estándares sanitarios, aunque no por eso quedan exentos de que aparezcan casos de coronavirus. La faena recién pudo recomenzar a las 9 de la mañana de este miércoles.
Previendo esta situación (ya había habido un caso aislado de COVID-19 en un frigorífico santafesino), las cinco cámaras empresarias que nuclean a la industria frigorífica tienen armado su propio protocolo sanitario, que aplicarán en las diferentes empresas que agrupan y representan. Pero desde el sector advierten que falta el protocolo oficial, unificado con el Ministerio de Salud y el de de Agricultura. Los empresarios esperan que esté definido antes de que termine esta semana.
Por lo pronto, Por eso el director de Control Comercial Agropecuario, Marcelo Rossi, dijo que para evitar esos problemas autorizará en forma inmediata que las matrícula, usuarios y titulares de frigoríficos donde hubiese casos positivos de Covid-19 quedarán habilitados de forma on line y en el mismo día, previa autorizan de su dependencia, a faenar en otra planta cercana. “La prioridad es el trabajo, ayudar a la gente”, dijo el funcionario.
o directiva de Salud no funcionar, desinfectar etc, que en el mismo día se autorice al titular y a usuarios a operar en otros establecimientos faenadores
— Marcelo Rossi (@marcelorossi52) April 21, 2020
Sucede que hay varias cuestiones en juego. La más importante es la salud pública, queda claro. Pero por otro lado también la economía y a su vez el funcionamiento del sector de ganados y carnes, que debe garantizar la provisión de uno de los alimento más requerido por los argentinos.