Muchos se sorprendieron días atrás, en el remate del primer lote de trigo de la campaña 2018/19 realizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, cuando el conductor del acto comentó que Jorge Gabriel Krasulak y su hijo habían viajado por primera vez en su vida en avión, desde su querido Chaco a la ciudad de Buenos Aires. Krasulak es el productor que cosechó el primer lote del cereal en el país y fue invitado especialmente para la ocasión.
Saber que nunca antes había viajado en avión fue un garrotazo de realidad para quienes todavía piensan que los productores agropecuarios, por la sola razón de serlo, se dan una vida de lujos y placeres. Como la inmensa mayoría de sus pares, Krasulak ofrece una imagen completamente opuesta: de puro esfuerzo y sacrificio.
Su campo de solo 85 hectáreas queda en La Tigra, una localidad que se ubica a mitad de camino entre Presidencia Roque Saénz Peña y Villa Ángela, en centro del Chaco.
Mirá la entrevista con este pequeño productor chaqueño:
Krasulak nos contó que sembró las semillas de trigo BioInta2006 el 20 de mayo pasado y como se trata de una variedad de “ciclo corto” lo cosechó el 7 de octubre (en algún momentos -de los nervios- lo hacemos confundir y nos dice septiembre). El invierno muy llovedor lo ayudó mucho a obtener además una buena producción, inédita para esa provincia, de 28 quintales por hectárea. El promedio histórico del Chaco era de entre 1500 y 2000 kilos.
Le preguntamos que tan difícil es producir en el Chaco en años normales. “Bueno, es difícil para un productor como yo vivir de esas 85 hectáreas, es complicado. La zona norte siempre fue castigada por los fletes que tenemos, y siempre se le pide al gobierno que trate de ser flexible en eso, porque el flete se nos encarece muchísimo por las distancias”, nos contestó.
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Este trigo primicia tuvo que viajar 800 kilómetros hasta el establecimiento molinero que lo adquirió, ubicado en Córdoba.
Krasulak sabe que no se pueden hacer milagros, pero piensa que la solución a los fuertes descuentos que tienen por el flete podría ser que los productores del norte “tengan impuestos más acordes, que no sean tan elevados para esa zona o por lo menos para los productores pequeños y medianos”.
“Yo creo que no es lo mismo productores grandes que paguen los mismos impuestos que yo y que ortos productores pequeños. Entonces la solución sería que diferencien entre pequeños y grandes, los impuestos bajen, y que la producción salga por tren y barcaza por el puerto de Barranquera. Entonces ahí estaríamos ahorrándonos un gran porcentaje que tenemos que estar destinando al flete”, puntualizó.