La historia de la plataforma SIMA, que significa Sistema Integrado de Monitoreo Agrícola, surgió hace siete años, cuando tres jóvenes ingenieros agrónomos se daban cuenta de lo engorroso que significaba recabar los datos en el campo para luego volcarlos a planillas de Excel en la casa u oficina. “¡Tiene que haber algo para resolver esto!” pensaron, cansados de perder tiempo. Por fortuna, tenían otros dos amigos que estudiaban para ingenieros en sistemas que necesitaban un tema para elaborar su tesis. Allí surgió el primer piloto de SIMA.
Hoy esta App (aplicación) llegó nada menos que a 50 mil descargas y es usada por productores agropecuarios que trabajan sobre 3 millones de hectáreas, contando Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Colombia y México.
Como su nombre lo indica, SIMA sirve para el seguimiento y monitoreo de los cultivos en las recorridas a campo, de una forma simple y rápida. Permite tomar los datos de manera offline (sin conexión a internet ni celular) en cualquier lugar del campo, para luego actualizarlos una vez que la señal vuelva. A partir de allí genera prolijos informes que pueden enviarse de manera simple a cualquier persona del equipo de trabajo.
Acá la entrevista completa con el gerente de marketing de SIMA, Emiliano Brest:
“El sistema viene a reemplazar a la vieja libreta de campo que uno luego tenía que pasar en limpio. Claro, que con muchas más funcionalidades por el uso de la cámara del smartphone. Con esas fotos puede determinarse la densidad y disposición de las plantas, el grado de incidencia o severidad de una enfermedad o guardar una maleza para identificarla”, mencionó Brest en Bichos de Campo.
Una de las últimas funcionalidades que están trabajando en SIMA es el tema de la estimación de rendimiento. En conjunto con Nasa Harvest, de la Universidad de Maryland, están trabajando en la predicción de rinde. En este esquema, desde Estados Unidos aportan las imágenes satelitales y desde SIMA la validación de datos a campo. Cruzando dichos datos puede tomarse un resultado más preciso de lo que ven los satélites.
Otra vuelta de tuerca que le están queriendo dar a la herramienta es la capacidad de generar alertas entre vecinos, para explotar todos los conocimientos a nivel colaborativo. “Se supone que cada dato que carga un productor en su campo es fidedigno, y eso tiene mucho valor para alertar sobre cualquier problema a un vecino”, sostuvo Emiliano.
Aquí un video institucional del SIMA:
SIMA tiene un costo despreciable para los números que manejan los productores agropecuarios, que se licua a medida que aumentan las hectáreas trabajadas. Emiliano confía en que una de las principales fortalezas está en solucionar situaciones concretas del campo y es por eso que nunca tuvieron que forzar mucho su utilización. La empresa en siete años se agrandó hasta 25 empleados y ya cuentan hoy con oficinas en Brasil, un mercado que aspiran a ganar de a poco.