Nicholás Sansón nació en Australia, pero se define como “pampeano” y desde hace varios años recaló finalmente en Trenque Lauquén, donde es gerente de la sucursal de una empresa proveedora de insumos agrícolas llamada Fedea, que nació hace 25 años en General Pico, en La Pampa, pero luego se extendió por toda la región oeste bonaerense.
La charla de Bichos de Campo con Sansón permite conocer uno de los secretos de tan rápido crecimiento. Como otras tradicionales agronomías del interior, Fedea fue tocada por la varita mágica de una multinacional para ser distribuidora exclusiva de sus productos. Se trataba de Dow, que luego se fusionó con Dupont y conformaron Corteva.
En aquel momento parecía insólita la unión entre la agronomía Ferrero Agropecuaria SA de General Pico y Dow Agrosciences. Lo cierto es que con aquella compañía global en 1995 se conformó un joint venture en partes iguales. Esto le permitía a Dow ganar anclaje territorial mientras Fedea y otras empresas similares en varias zonas pudieron comenzar a ofrecer financiamiento -a cosecha- a sus clientes productores.
Mirá la entrevista a Nicholas Sansón:
“Fedea es una distribuidora de insumos (fitosanitarios, semillas, fertilizantes) más un acopio de granos. Tenemos ahora también en departamento nuevo de nutrición animal y vamos a empezar a distribuir balanceado también. Y desde hace dos años somos distribuidores de combustibles de Axión”, contó Sansón. La sucursal que dirige fue la cuarta en abrir, en 1997. Antes la firma tenía solo tres sedes, en General Pico (La Pampa); América (Buenos Aires) y Huinca Renancó (Córdoba).
Buena parte de los productos se entregan mediante un sistema de canje, que debido a la inestabilidad económica de la Argentina y la escasez de créditos bancarios accesibles, se ha transformado en la mayor fuente de financiamiento para los productores que deben invertir varios miles de millones de dólares con cada siembra. Fedea y otras empresas de su tipo vendrían a ser un nexo local entre multinacionales de la talla de Corteva y los chacareros.
“Esta es una alianza ganar-ganar. La financiación es una herramienta fundamental. Hay productores grande y con un capital grande, que tienen acceso a herramientas financieras, tarjetas de crédito, etcétera. Pero también hay un universo de productores que generalmente toman una financiación en dólares y aprovechan el canje”, explicó el agrónomo.
A la sucursal de Fedea en Trenque Lauquen, enclavada sobre la Ruta 5, ingresan muchos camiones, mientras otros salen. es que allí mismo la empresa tiene una capacidad de acopio suficiente para instrumentar estos canjes y cobrar los insumos en moneda fuerte: los granos. Tener silos propios es uno de los secretos, porque la empresa puede acumular y enviar los granos recién cuando en el puerto de Bahía Blanca, que es el más cercano, habilitan los cupos de descarga. Esto resuelve mucho también la logística de los productores.
“Esta era una zona mixta, pero ahora se ha convertido en una zona agrícola, aunque sigue existiendo la cuenca lechera histórica de Trenque Lauquen, en menor proporción que hace 25 años pero sigue siendo una cuenca importante”, relata Sansón. Esta supervivencia explica por qué Fedea haya inaugurado ahora un sector específico de nutrición animal.